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Andreas Bergthaler

Catedrático de Inmunología Molecular, director del Instituto de Higiene e Inmunología Aplicada de la Universidad Médica de Viena (Austria) y director del Grupo de Investigación sobre Patogénesis Viral y Respuestas Inmunológicas Antivirales del Instituto de Investigación en Medicina Molecular de la Academia Austriaca de Ciencias (CeMM)

Los hallazgos presentados son innovadores y podrían tener una gran relevancia clínica. El estudio proporciona pruebas mecánicas de cómo las infecciones virales respiratorias reactivan las células cancerosas diseminadas latentes (DCC) y promueven la metástasis. Aunque esta posibilidad ya se había debatido anteriormente, los autores del estudio actual demuestran una relación causal utilizando varios enfoques. En modelos animales en los que se eliminó genéticamente la hormona inflamatoria interleucina 6 (IL-6), no se produjo la activación de las células cancerosas latentes tras la infección por la gripe o el SARS-CoV-2. El curso temporal de esta activación también pudo describirse en el modelo animal, que parece estar mediado inicialmente por la IL-6 y depender posteriormente de las células T CD4+ [nota de la editora: células T helper] 

El cáncer de mama HER2 positivo se encuentra en entre el 15 y el 20 % de los casos y es una forma agresiva pero tratable de cáncer de mama. El estudio utilizó dos modelos transgénicos de ratón MMTV-HER2+ bien establecidos [N. de la E.: modelo de ratón con susceptibilidad al cáncer de mama HER2+ y hasta un año de células tumorales latentes en otros órganos] y un modelo ortotópico de ratón en el que se trasplantan células de cáncer de mama. Los modelos transgénicos, en particular, parecen muy adecuados para las cuestiones que se investigan, ya que tienen una fase de latencia (N. de la E.: fase de inactividad de las células tumorales) de hasta un año, lo que se asemeja mucho a la situación humana. El uso de múltiples modelos en el presente estudio refuerza la generalizabilidad 

Me gustaría señalar en este punto que mi experiencia en el campo de los modelos animales de tumores es limitada. Como modelos de infección se utilizan cepas del virus de la gripe y del SARS-CoV-2 adaptadas al ratón, ambas bien establecidas y ampliamente utilizadas.  

Hay algunos indicios de que los resultados actuales podrían ser relevantes para los seres humanos. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, el hecho de que las vías de señalización de la IL-6 descritas están muy conservadas entre ratones y seres humanos [N. de la E.: prácticamente sin cambios a lo largo de la evolución].  

Al mismo tiempo, es importante señalar que existen diferencias entre especies y que los resultados de los modelos animales a menudo no pueden transferirse directamente a los seres humanos. Por lo tanto, los autores también realizaron un análisis epidemiológico de datos humanos procedentes de dos grandes bases de datos (el Biobanco del Reino Unido y la base de datos Flatiron Health de Estados Unidos). Llegaron a la conclusión de que la COVID-19 aumenta el riesgo de metástasis pulmonares en pacientes con cáncer de mama. Al revisar estos datos humanos, no me quedó claro cuán válidos y sólidos son realmente en términos de los períodos de tiempo seleccionados, los diferentes factores que podrían influir, el tamaño del efecto y otros factores. Esto también puede deberse al hecho de que no tengo conocimientos especializados en epidemiología.  

El estudio ofrece una explicación importante del aumento de la mortalidad por COVID-19 en pacientes con cáncer: describe un mecanismo directo por el cual las infecciones virales respiratorias pueden influir en la reactivación del DCC a través de mediadores inflamatorios como la IL-6 y las células inmunitarias y, en última instancia, promover la metástasis. La combinación de datos experimentales y grandes cohortes epidemiológicas supone una importante contribución a la comprensión de las consecuencias de la pandemia de COVID-19 en pacientes con cáncer. Sin embargo, supongo que también hay otros factores que influyen en el aumento de la mortalidad observado en pacientes con cáncer tras la infección por SARS-CoV-2.

ES