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Beatriz Domínguez-Gil

Directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)

Es importante destacar que la generación de tolerancia (respuesta inmunológica reducida contra un injerto en ausencia de tratamiento inmunosupresor) es uno de los grandes retos en el ámbito del trasplante, pues permitiría eliminar la inmunosupresión que actualmente los receptores de órganos necesitan de por vida con una importante carga de efectos secundarios y prolongaría el tiempo de supervivencia de los injertos.  

El estudio constituye un avance respecto a resultados previos publicados por el mismo grupo, que ya había conseguido inducir tolerancia a injertos renales en humanos y en primates no humanos mediante el trasplante combinado con médula ósea del mismo donante. En este estudio, realizado en primates no humanos, los autores observan cómo cuando se trasplanta la médula ósea y el riñón del mismo donante, el riñón parece colaborar con el efecto tolerogénico del tejido hematopoyético, lo que permite la aceptación de terceros órganos, como el corazón (que no tiene por sí mismo ese efecto) e incluso sobre cuartos injertos, como el cutáneo, que también evalúan. Los autores no demuestran cuál es la causa, lo que constituye una limitación del estudio, si bien correlacionan sus hallazgos con la aparición de cierto tejido linfoide en el riñón, en el que destaca la presencia de linfocitos T-reguladores foxP3-positivos.  

El trabajo es sólido metodológicamente, si bien otra de sus limitaciones es que los resultados no son iguales en todos los casos del grupo de estudio, incluso algunos desarrollan rechazo del injerto cardiaco al cabo de un tiempo.    

En definitiva, el estudio representa un avance hacia la consecución de la tolerancia inmunológica en el ámbito del trasplante de órganos, aunque es difícil valorar si estos resultados serían reproducibles en humanos.

ES