Thierry Chaminade
Investigador en el Instituto de Neurociencias de la Timone en Marsella (Francia)
Este estudio tiene muchas características muy interesantes. En primer lugar, utiliza grabaciones de verbalizaciones de bonobos en libertad y las analiza junto con comportamientos grabados y anotados. El objetivo es sencillo, pero el empeño es difícil. Pretende dos pájaros de un tiro: comprobar si las “combinaciones de palabras” aportan más significado que la simple suma de estas y, al conseguirlo, comprender mejor el significado de las palabras sueltas. Las palabras, en este caso, no deben considerarse palabras humanas, sino verbalizaciones claramente identificables por el bonobo. Según el análisis recogido en el manuscrito, el significado de las “frases” resultantes de dos sonidos emitidos consecutivamente es algo más que la simple suma del significado de cada sonido.
Este hallazgo, de ser válido, reviste una importancia fundamental, ya que actualmente se cree en gran medida que este aspecto combinatorio es exclusivo del lenguaje humano: sugiere que sus premisas están presentes en algunos de nuestros parientes evolutivos más cercanos, una especie de grandes simios africanos.
Las pruebas son bastante indirectas y escasas. Los científicos registraron y tabularon comportamientos para objetivar el contexto en el que se producía una única ocurrencia verbal, en un marco denominado “semántica distribucional”. Se basa en la identificación de rasgos asociados a llamadas únicas como “vectores” en un espacio semántico, que luego se utiliza para calcular la distancia entre estos rasgos asociados a determinadas llamadas. La principal preocupación de este enfoque es que las características se consideran desde un punto de vista humano y pueden no corresponderse perfectamente con los estados internos o los pensamientos de los simios, algo que los autores señalan como una posible limitación del trabajo, ya que en este estudio no se registraron las emociones. En otras palabras, el planteamiento es bastante convincente, pero es absolutamente necesario confirmarlo con otras especies y por otros investigadores para asegurarse de que no es el propio marco de referencia utilizado en este estudio lo que explica sus resultados.
En resumen, esta investigación se publica en una revista de gran impacto porque aborda una cuestión fundamental sobre el origen y la evolución del lenguaje humano, pero por ahora la tomaré con pinzas hasta que se reproduzca de forma independiente, incluso mejor en otra especie, para garantizar que tanto los métodos como los resultados se mantienen a largo plazo.