James Smith
Profesor de ciencias ambientales en la Universidad de Portsmouth (Reino Unido)
Este estudio analiza la estructura de la población de perros en Chernóbil y concluye que tenían estructuras de población diferentes a las de otras dos poblaciones de perros que vivían en libertad. Sin embargo, es importante señalar que este estudio no vincula en modo alguno las diferencias en la estructura de la población canina con la radiación actual en Chernóbil. Solo muestra que hay una mezcla diferente de razas y familias en Chernóbil en comparación con los otros lugares, lo cual no es un hallazgo sorprendente dado que la población actual depende de la mezcla particular de razas que sobrevivieron al sacrificio de animales domésticos en 1986, así como a las introducciones posteriores.
En mi opinión, el contexto de este trabajo está mal explicado. Por ejemplo, los autores afirman que "la abundancia de las poblaciones de animales salvajes dentro de la Zona de Exclusión de Chernóbil se redujo significativamente tras el accidente", citando los resultados de un pequeño estudio que, en mi opinión, tiene importantes defectos estadísticos (Moller y Mousseau, 2013; Beaugelin-Seiller et al. 2020) y que ha sido desmentido por estudios mucho más sólidos (Deryabina et al. 2015; Webster et al. 2016; Beresford et al. 2023).
Creo que el artículo podría inducir a error al lector al afirmar que "aunque algunas especies parecen haberse recuperado —probablemente debido a la ausencia de perturbaciones humanas—, muchas no lo han hecho", citando un artículo dirigido por mí, cuando en realidad nuestro artículo no respalda en absoluto la afirmación de los autores de que muchas no se han recuperado.
Me sorprende que los autores no indiquen claramente en el artículo que sus resultados no demuestran que la radiación esté causalmente relacionada con las diferencias en la estructura de la población de perros de Chernóbil. También me sorprende que el título del comunicado de prensa afirme que "Los perros de Chernóbil pueden ser genéticamente distintos debido a los diferentes niveles de exposición a la radiación", cuando el artículo no presenta pruebas que apoyen una relación causal entre la estructura de la población y la dosis de radiación.
Eso no quiere decir que las dosis de radiación extremadamente altas en algunas zonas durante las primeras semanas después del accidente no pudieran haber tenido un impacto significativo en las poblaciones de animales domésticos y salvajes. La falta de pruebas en este trabajo tampoco demuestra que no hubiera efectos de la radiación sobre los animales en Chernóbil.