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Julià Blanco

Jefe del grupo Virología e Inmunología Celular en el Instituto de Investigación del sida IrsiCaixa

Es un excelente trabajo. El punto fuerte es el largo seguimiento del paciente curado, mientras que el punto débil, como en trabajos similares, es que solo se describe un paciente 

El estudio aporta dos informaciones importantes respecto a los otros casos previamente reportados (en su mayoría por el consorcio ICISTEM, con la participación activa del doctor J. Martínez-Picado de IrsiCaixa). En primer lugar, este caso confirma la no necesidad de un donante que carezca del correceptor del VIH CCR5. En segundo lugar, los autores sugieren un papel relevante a la presencia de anticuerpos protectores (neutralizantes y mediadores de ADCC [citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos]) en el momento del trasplante. Esta es la primera vez que se describe este fenómeno. Dado que disponemos de anticuerpos antiVIH profilácticos y terapéuticos aprobados para su administración a humanos, esto abre una nueva vía de intervención en nuevos casos de cura del VIH.  

El riesgo de un trasplante de precursores hematopoyéticos es demasiado alto para justificar intervenciones generales para la cura de la infección por VIH (que, recordemos, se puede controlar con una tratamiento altamente eficaz y seguro). Sin embargo, para aquellas personas que viven con el VIH y que necesiten este tipo de trasplante, la información aportada es relevante, ya que hace más fácil la identificación de potenciales donantes. 

ES