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Kevin McConway

Catedrático emérito de Estadística Aplicada de la Open University

Se trata de un estudio interesante, pero tiene limitaciones. Los investigadores señalan varias de ellas en el documento de investigación. 

Creo que la limitación más importante es que los resultados nos dicen que los índices de colisión con peatones son más altos con coches eléctricos o híbridos que con coches con motor de combustión interna, pero el estudio no puede decirnos por qué son más altos. Los investigadores sugieren que podría deberse a que los peatones no oyen bien a los coches eléctricos en entornos urbanos. Desde luego, es una posibilidad plausible.  

Pero hay otras posibilidades. Si los coches eléctricos e híbridos se conducen, por término medio, de forma diferente a los demás coches, quizá porque se utilizan para fines distintos o tienen distintos tipos de conductor, entonces esa podría ser una razón para las diferentes tasas de colisión, más que el tipo real de propulsión o el sonido que hace. Los investigadores mencionan que los conductores de coches eléctricos e híbridos suelen ser más jóvenes, y que los conductores más jóvenes e inexpertos suelen tener más colisiones, pero esa no es la única razón posible que no tenga que ver directamente con el tipo de motor del coche. Este tipo de investigación no puede distinguir entre todas estas posibilidades, y por eso se necesitaría más investigación. 

Otro posible problema es que los datos utilizados son ya bastante antiguos, de 2013 a 2017. Los investigadores señalan que son los últimos disponibles, pero quizá peatones y conductores hayan cambiado su comportamiento a medida que los coches eléctricos se han hecho más habituales en las carreteras. 

ES