Klaus Zuberbuehler
Catedrático de Psicología en la Universidad de Sant Andrews (Reino Unido) especializado en la evolución de la inteligencia y los orígenes del lenguaje
El estudio es único y muy valioso, por su inusual combinación de aplicación de conceptos teóricos de la lingüística a datos sobre el comportamiento de uno de los parientes vivos más cercanos del ser humano, los bonobos.
Además, todo ello se hizo con datos recogidos en situaciones reales y en condiciones de campo muy difíciles en el hábitat natural de los simios, la selva congoleña.
Berthet et al. adoptan una postura propuesta por un eminente lingüista, Philippe Schlenker, que distingue entre composicionalidad “trivial” y “no trivial”. El estudio sostiene que la composicionalidad no trivial nunca se ha observado en la comunicación animal, lo que sugiere que se trata de la primera demostración de un precursor temprano de un componente básico del lenguaje.
La composicionalidad suele definirse en términos de operaciones de significados. Por ejemplo, “fresa” y “tarta” pueden unirse en un único referente “tarta de fresa”, con su propio significado, derivado de los dos significados constituyentes.
No todo el mundo está de acuerdo en que la distinción entre composicionalidad trivial y no trivial sea útil, aunque parece que hay distintos tipos de composicionalidad, algunos con verdadera vinculación y otros siendo meras listas de significados.
Sin embargo, la mayoría de la gente está de acuerdo en que la composicionalidad es una máquina generativa que toma significados como entrada y produce nuevos significados. Pero Berthet et al. no disponen de información directa sobre el significado de las llamadas que han grabado, sino que hacen inferencias sobre el significado a partir del contexto de producción de las llamadas.
Al final, habrá que preguntar a los propios bonobos si están de acuerdo con el diccionario propuesto y las composiciones de significados identificadas por los autores.