Lion Shahab
Codirector del Grupo de Investigación sobre Tabaco y Alcohol de University College London (Reino Unido)
Este estudio internacional ha utilizado un número relativamente elevado de muestras (N>3.500), recogidas en diferentes lugares (saliva, sangre, cuello uterino) y que comprenden distintos tipos de células (epiteliales, inmunitarias y linfoides), para evaluar los cambios epigenéticos que pueden estar asociados al desarrollo del cáncer. En el estudio participaron fumadores actuales, exfumadores y no fumadores, así como una submuestra de vapeadores (N=116) que nunca habían fumado cigarrillos con regularidad.
Este análisis exhaustivo confirma los cambios epigenéticos bien conocidos asociados al tabaquismo observados en la sangre, ampliándolos a la saliva y a tipos celulares específicos, e identifica nuevas asociaciones con el consumo de cigarrillos que también se observan en muestras separadas de tejido canceroso y de lesiones tempranas. Y, lo que es más importante, algunos de los cambios epigenéticos también se observaron en muestras de saliva de fumadores, aunque en menor medida y no en todos los tipos celulares.
Aunque este estudio proporciona información útil sobre los posibles efectos secundarios del consumo de cigarrillos electrónicos, que también deben estudiarse más a fondo, en mi opinión no prueba que los cigarrillos electrónicos causen cáncer por varias razones:
- Es difícil evaluar hasta qué punto los cambios observados aquí se traducen en un desarrollo real del cáncer. La mayoría de los cánceres implican complejos procesos multicelulares y multietapa en los que intervienen diferentes sistemas biológicos, que pueden incluir cambios epigenéticos. Sin embargo, es poco probable que estos por sí solos cuenten toda la historia.
- Los cambios aquí descritos se basan en las diferencias observadas en los fumadores, algunas de las cuales también se reproducen en un grupo más pequeño de vapeadores. Sin embargo, estas similitudes podrían ser el resultado de factores de confusión (por ejemplo, si los vapeadores son más propensos a participar en una variedad de comportamientos nocivos no medidos que pueden impulsar el cambio epigenético observado en los fumadores). Este estudio no evaluó ni controló este tipo de factores de confusión, que se ven agravados por el hecho de que los participantes de los diferentes conjuntos de datos utilizados aquí proporcionaron muestras de diferentes lugares y probablemente variaron en características importantes.
- Dado que el grupo de fumadores estudiado era relativamente pequeño, no fue posible relacionar los cambios epigenéticos con la exposición al consumo de tabaco de una manera clara dosis-respuesta. Aunque los autores analizaron la duración del consumo de tabaco, solo hay pruebas limitadas de que una mayor duración se asocie a mayores cambios.
- El estudio no evalúa los cambios epigenéticos exclusivos de los cigarrillos electrónicos, sino los observados en los fumadores. Esto es importante porque ya sabemos que los cigarrillos electrónicos, en comparación con los cigarrillos, exponen a los usuarios a niveles mucho más bajos de carcinógenos conocidos relacionados con el tabaco que provocan cáncer (en parte porque los cigarrillos electrónicos no implican combustión, que genera altos niveles de sustancias químicas nocivas observadas en el humo del tabaco). Esto significa que las consecuencias para la salud (y los procesos causales subyacentes) del consumo de cigarrillos electrónicos pueden ser muy distintas de las del consumo de tabaco. Estos cambios específicos de los cigarrillos electrónicos deben investigarse por sí mismos.
A pesar de estas limitaciones, los resultados de este trabajo ponen de relieve la necesidad de seguir dilucidando el impacto potencial del vapeo en la enfermedad, incluida la evaluación de los efectos distintos de la exposición al tabaco. Es importante recordar que los cigarrillos electrónicos son un producto de reducción de daños, no un producto exento de riesgos, dirigido a quienes consumen cigarrillos singularmente nocivos. Este documento no cambia este cálculo del riesgo y sirve para subrayar el consejo del Chief Medical Officer de Inglaterra: 'si fumas, vapear es mucho más seguro; si no fumas, no vapees'.