Mohammad Yazdani-Asrami
Profesor de la Escuela de Ingeniería James Watt de la Universidad de Glasgow
Un superconductor a temperatura ambiente que funcione a presión ambiente sería uno de los santos griales de la física moderna y permitiría grandes avances en los campos de la energía, el transporte, la sanidad y las comunicaciones. Sin embargo, el artículo aún no ha sido revisado por expertos ni sometido a pruebas en otros laboratorios para comprobar si otros investigadores pueden reproducir sus resultados. Estos dos aspectos son clave para determinar con seguridad si el mundo debería entusiasmarse con las afirmaciones de los autores, que necesitan mucho más escrutinio en esta fase inicial. Si se aprueban las afirmaciones de los hallazgos, quizá se trate de uno de los logros más significativos de las últimas décadas en física e ingeniería de materiales.
Incluso antes de que se apliquen esas normas, los resultados publicados muestran que es necesario mejorar la corriente crítica, el rendimiento en campo y las propiedades mecánicas del nuevo material, para que sea útil en aplicaciones del sector energético y del transporte, en dispositivos como cables, motores y transformadores, y en imanes de la industria de la fusión. Sin embargo, conseguir esta fase superconductora a presión ambiente ya es un logro significativo que debe valorarse.
Aunque este trabajo enciende un rayo de esperanza para todos los que formamos parte de la comunidad de la superconductividad y más allá, queda mucho por hacer para verificar y explorar los resultados. Seguiré los avances con gran interés.