Autor/es reacciones

Rafael Yuste

Profesor de Ciencias Biológicas y director del Centro de NeuroTecnología de la Universidad de Columbia (Nueva York), presidente de la Fundación NeuroRights e impulsor del proyecto BRAIN

Esta remesa de artículos es uno de los resultados más impresionantes de la iniciativa BRAIN [Brain Research through Advancing Innovative Neurotechnologies, por sus siglas en inglés] que empezó con el presidente Obama en el 2013 y que durará hasta el 2030. En este caso, han utilizado una técnica que se llama conectómica para reconstruir los circuitos de la corteza cerebral del ratón. Han tardado casi una década, pero un consorcio de laboratorios ha logrado utilizar microscopia electrónica para mapear todas las conexiones neuronales en circuitos pequeños de neuronas cuya actividad había sido medida. Es un tour de force con muchísima riqueza de resultados, que es como poner uno de muchos ladrillos en un enorme edificio para entender el cerebro.  

Es conveniente recordar que hace más de un año se publicó otra remesa de artículos impresionantes, mapeando los tipos celulares del cerebro, que son las neuronas que generan todas estas conexiones. Este es otro de los resultados más impresionantes que ha surgido del proyecto BRAIN de Estados Unidos.  

Ahora, el gran desafío es juntar estos dos troncos de ciencia nueva; en otras palabras, entender qué conexiones surgen de qué tipo de neuronas. Para ello muy posiblemente hagan falta nuevas técnicas, como la utilización de microscopia óptica de expansión, que permite hacer las dos cosas a la vez. Ahora conocemos cuantos tipos de células hay y cómo son las conexiones de todas, pero hace falta mapear las conexiones de cada tipo de neurona. Esta nueva microscopía se acaba de inventar y creo que tendrá un largo recorrido. 

Mi último comentario es que estos dos grandes troncos de resultados, cada uno de ellos merecedor de un Premio Nobel en mi humilde opinión, han surgido no del trabajo de laboratorios individuales, sino de grandes consorcios. Esto es una nueva manera de trabajar en la neurociencia y se parece mucho a lo que ocurrió hace más de una década en genética con la secuenciación del genoma humano, y a lo que lleva ocurriendo en física, química y astronomía desde hace ya casi un siglo. Es una revolución en la neurociencia, no solo por las técnicas o los resultados, sino por la manera de trabajar.

ES