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Raúl Ortiz de Lejarazu y Leonardo

Profesor de Microbiología, asesor científico y director emérito del Centro Nacional de Gripe de Valladolid

La búsqueda de una vacuna universal de gripe arranca en los años 2012-13, aunque antes había habido distintas aproximaciones. Entre las últimas está tratar de descubrir y conseguir antígenos (epítopos) que estén presentes en la mayor parte de variantes de un subtipo de gripe (epítopos conservados). De esa manera se puede conseguir una respuesta universal y aunque cambien los epítopos variables, la respuesta a los conservados permanecerá. 

El nuevo estudio está bien concebido y realizado con exhaustividad. Science es una revista cuyas publicaciones tienen el máximo nivel. 

La novedad más importante radica en que usa muchos antígenos de diferentes subtipos de hemaglutininas (todas las que existen incluidas las de murciélagos) en vez de ir a regiones conservadas de uno o pocos antígenos. Antes eso era más difícil que ahora. Las plataformas actuales de vacunas ARNm permiten incluir muchos ARNm que inducirán muchas proteínas distintas dando una multivalencia y amplitud de respuesta que antes con las plataformas proteicas no era fácil conseguir.  

La principal limitación es que está hecho en ratones y hurones, modelos animales muy buenos para gripe, pero modelos animales. Así que con sarcasmo (siempre es muy sano en ciencia) los ratones y hurones de todo el mundo tienen que estar de enhorabuena porque ya tienen para ellos una vacuna universal de gripe. 

Hablando en serio, hay un trayecto muy largo a recorrer, a veces insalvable, desde el modelo animal a los humanos. El tipo de respuesta, la amplitud de la misma, la persistencia, etc. no son similares.  

El primer ensayo en humanos [en fase 1] de una vacuna universal para la gripe se publicó hace dos años, pero el personal andaba embelesado con el nuevo coronavirus.  

ES