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Thierry Adatte

Profesor e investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Lausana (Suiza)

Este artículo es de buena calidad y ciertamente muy interesante, ya que aporta nuevos datos, especialmente en términos de datación, y muestra en todos los casos la presencia de una fauna de dinosaurios bastante diversa alrededor de 340.000 años antes del impacto del meteorito. 

El estudio cuestiona la idea de una fauna de dinosaurios uniforme durante el Maastrichtiano (Cretácico Superior), sugiriendo que los dinosaurios prosperaron y fueron diversos a nivel regional hasta su abrupta extinción tras el impacto del asteroide. Otro punto muy interesante es que los autores demuestran que la provincialidad de la fauna persistió durante la extinción, lo que contradice la idea de que esta homogeneizó los ecosistemas. 

Sin embargo, en mi opinión, se pueden identificar varias debilidades importantes: 

  • Patrones de extinción a corto plazo.  

Está bien establecido que prevalecen dos hipótesis sobre la extinción de los dinosaurios: el vulcanismo del Decán, que comenzó unos 300.000 años antes del límite Cretácico-Paleógeno y alcanzó su punto máximo durante los últimos 100.000 años del Cretácico, y el impacto de Chicxulub. A pesar de la mejora en la datación del miembro Naashoibito, la resolución temporal —aproximadamente 340.000 años desde el límite Cretácico-Paleógeno (K-Pg)— podría ser aún demasiado burda para captar dinámicas ecológicas o evolutivas a mayor escala (por ejemplo, un gran vulcanismo que condujo a su declive y extinción final durante el impacto). Sobre todo, porque los dinosaurios se han encontrado a unos 20 metros por debajo del límite K-Pg y la edad del nivel es de 66,38 millones de años.  

Aunque el estudio arroja luz sobre el miembro Naashoibito en el sur de Laramidia, sus hallazgos se limitan a Norteamérica. Esto limita la aplicabilidad de las conclusiones a los patrones globales de extinción de dinosaurios.  

Al igual que en otras regiones, el registro fósil de la Cuenca de San Juan está sujeto a sesgos de muestreo. Si bien el estudio lo reconoce, no aborda completamente cómo estos sesgos podrían influir en las interpretaciones de la diversidad y la provincialidad.  

El artículo menciona brevemente evidencia de Europa y Sudamérica, pero estas regiones no se incluyen en los análisis cuantitativos (ídem para India). Esto limita el alcance para generalizar los hallazgos sobre la diversidad y la extinción de los dinosaurios a escala global.  

  • Patrones de extinción a largo plazo. 

Hasta la fecha, el mejor artículo sobre el declive a largo plazo de los dinosaurios antes del impacto del límite K-Pg es, sin duda, el artículo de 2021 de Condamine et al., publicado en Nature Communications. Los autores lo citan en su artículo, pero no lo abordan en profundidad. El artículo de Condamine et al. analiza la disminución de la biodiversidad de los dinosaurios antes del impacto del asteroide hace 66 millones de años. El estudio analizó seis familias clave de dinosaurios y halló evidencia de una disminución de la diversidad que comenzó hace unos 76 millones de años, mucho antes de la extinción del Cretácico-Paleógeno. Esta disminución fue impulsada por factores ambientales y ecológicos, como el enfriamiento climático global y la disminución de la diversidad de dinosaurios herbívoros, probablemente debido a la competencia de los hadrosaurios.  

Condamine et al. también sugieren que las especies de dinosaurios más antiguas fueron más susceptibles a la extinción durante este período, posiblemente, debido a su incapacidad para adaptarse a entornos cambiantes. Concluyen que los cambios ambientales a largo plazo, como el enfriamiento global y los cambios en la diversidad de herbívoros, hicieron a los dinosaurios más vulnerables al catastrófico impacto del asteroide que finalmente causó su extinción.  

El área de distribución geográfica de una especie suele considerarse un factor clave en su tasa de extinción y las especies con una amplia distribución suelen verse protegidas de la extinción. Sin embargo, el patrón se invierte en el caso de los dinosaurios. Durante el Campaniense (fase predeclinante), los dinosaurios exhibieron un mayor endemismo, lo que significa que eran más específicos de cada especie a nivel local. En cambio, en el Campaniense Superior-Maastrichtiano (fase declinante que comenzó hace 76 millones de años, antes del K-Pg), los dinosaurios tuvieron una distribución más amplia. A pesar de esta distribución geográfica más amplia, las tasas de extinción aumentaron durante el Maastrichtiano, lo que sugiere que la distribución geográfica por sí sola no protegió a los dinosaurios de la extinción.  

En conclusión, creo que este artículo no contradice la idea de que los dinosaurios comenzaron a declinar hace aproximadamente 76 millones de años, durante el Campaniense Superior. Este declive se caracterizó por un aumento sustancial de las tasas de extinción, que superó las tasas de especiación y resultó en una diversificación neta negativa. Este declive fue impulsado por factores como el enfriamiento global y la disminución de la diversidad de dinosaurios herbívoros, lo que los hizo más vulnerables a la extinción incluso antes del impacto de un asteroide en el límite Cretácico-Paleógeno (K-Pg) hace 66 millones de años.

ES