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Toby Coates

Catedrático de Medicina de la Universidad de Adelaida y director de Trasplantes del Hospital Real de Adelaida (Australia)

Este caso representa uno de los primeros trasplantes renales funcionales de un cerdo a un ser humano, y muestra la prueba de principio de que los órganos de un animal modificado genéticamente pueden sustituir la función renal humana durante una semana sin rechazo y utilizando la terapia farmacológica convencional para trasplantes renales.  

El avance clave en este caso es la eliminación genética de cuatro genes porcinos que antes suponían una barrera para el éxito de los trasplantes entre especies, y la inserción de seis genes humanos que evitan la coagulación y ‘humanizan’ el riñón porcino para que tenga un aspecto más humano (el donante porcino modificado con 10 genes).  

Este trasplante se realizó en un donante de órganos con muerte cerebral en Maryland (EE UU), al que se le extirparon los riñones y se le trasplantó el riñón de cerdo modificado con 10 genes. El riñón trasplantado funcionó inmediatamente y no mostró signos de rechazo durante un periodo de siete días, durante el cual las biopsias y los análisis de sangre confirmaron el funcionamiento normal del riñón.  

Este estudio confirma que los riñones de cerdo modificados genéticamente pueden corregir la insuficiencia renal y funcionar con los fármacos habituales para trasplantes de riñón. Aunque se encuentra en su fase inicial, este estudio piloto ofrece esperanzas a los más de 15.000 australianos en diálisis que podrían beneficiarse de un trasplante de riñón y, potencialmente, ayuda a superar la escasez de riñones de donantes humanos.

ES