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Nerea Molina

Investigadora del departamento de Filosofía I en la Universidad de Granada y en el Instituto de Investigación Biosanitaria ibs.GRANADA

Este estudio refuerza la idea de que las comunidades bacterianas del tracto genital masculino y femenino pueden intercambiarse durante el coito. Mediante la secuenciación del gen 16S rRNA en muestras de vagina y pene tomadas antes y después de una relación sexual, los autores identificaron la transferencia de firmas bacterianas específicas entre parejas. Estos hallazgos van en línea con estudios previos que ya sugerían este intercambio microbiano en parejas.

Además, los investigadores plantean que este tipo de análisis podría ser útil en el ámbito forense, especialmente en casos en los que no se logra detectar ADN humano. También destacan que la huella bacteriana podría ampliar la ventana de tiempo para identificar el contacto sexual, superando las 48 horas tras las cuales la detección de espermatozoides en muestras vaginales se reduce drásticamente. Sin embargo, la variabilidad individual del microbioma, junto con los múltiples factores que pueden influir en la estabilidad de estas firmas microbianas, como la higiene personal, el uso de anticonceptivos de barrera y la dinámica natural del microbioma hacen necesario seguir investigando antes de considerar una aplicación práctica fiable.

El concepto del ‘sexoma’ como herramienta forense es fascinante, pero aún queda camino por recorrer antes de que pueda utilizarse en la práctica judicial. La identificación precisa de microorganismos a nivel de cepa y su estabilidad en el tiempo son desafíos clave. Además, el microbioma no es estático: factores como el tiempo transcurrido desde el contacto o la presencia de otros fluidos biológicos pueden influir en los resultados. Este estudio representa un avance interesante en la comprensión de la transferencia bacteriana entre parejas, pero su viabilidad en investigaciones forenses aún requiere validación en estudios más amplios y en escenarios reales.

Además, tras leer la nota de prensa, quisiera hacer una aclaración técnica: en el estudio se secuencia ADN, no ARN. Concretamente, se secuencia el gen (ADN) que codifica la subunidad 16S del rRNA. También recomendaría eliminar la afirmación de que los resultados alcanzan el nivel de subespecie ("down to the sub-species level"), ya que los datos del estudio no llegan a esa resolución.

ES