Alberto J. Schuhmacher
Investigador ARAID y jefe del Grupo de Oncología Molecular en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón)
Los trabajos son fascinantes y muy robustos. En los últimos años hemos visto cómo tumores que nos parecían la misma enfermedad, al mirarlos al microscopio tenían diferentes alteraciones genéticas y, por tanto, podrían tratarse de manera diferente con un éxito mayor. Además, hemos aprendido que un tumor es heterogéneo y no todas las células cancerosas dentro de un mismo tumor son iguales. Esta diversidad, esta heterogeneidad intratumoral, permite que algunas células tumorales puedan sobrevivir a algunos tratamientos y, sin embargo, ser sensibles a otros. En el cáncer se da una evolución darwiniana ‘a lo bestia’. La ‘selección natural’ de las células tumorales consiste en adaptarse al microentorno, evitar al sistema inmunitario y resistir a los nuevos tratamientos para poder sobrevivir, crecer más y progresar.
El estudio TRACERx busca entender cómo diferentes clones o poblaciones celulares dentro de un tumor evolucionan frente a los tratamientos. Estos trabajos publicados hoy se centran en los cánceres de pulmón y arrojan luz acerca de la evolución que sufren diferentes clones celulares de los tumores en función de los tratamientos y cómo evolucionan conforme avanza la enfermedad, el riesgo de recidivar o cómo progresan hasta ser metastásicos. Demuestran que la progresión tumoral está influenciada por la heterogeneidad tumoral y debería ayudar en un futuro próximo e influir en la selección más racional de tratamientos y la búsqueda de nuevas terapias.
Uno de los trabajos ha establecido una nueva tecnología basada en la biopsia líquida, que permite leer el ADN de un tumor en una muestra de sangre, que podría ayudar a establecer el potencial metastásico de estos tumores. Este avance será importante para plantear nuevas estrategias terapéuticas y realizar ensayos clínicos para buscar nuevas terapias y abordajes.