Ángel Aledo Serrano
Neurólogo especialista en epilepsia en el Hospital Ruber Internacional
La epilepsia afecta a alrededor del 1 % de la población en todo el mundo y casi en un tercio de las personas con epilepsia la medicación no es suficiente para controlar las crisis epilépticas y tener una buena calidad de vida. En los últimos 30 años se han diseñado más de 20 tratamientos diferentes para la epilepsia. Sin embargo, estos no han conseguido reducir la proporción de epilepsias refractarias (aquellas que no responden a los tratamientos con fármacos). Esto hace que la necesidad de nuevas vías de tratamiento sea muy necesaria.
En los últimos años se están diseñando terapias génicas u otras terapias dirigidas a la causa genética en muchos tipos de epilepsias causadas por mutaciones (variantes patogénicas) concretas, como es el caso del síndrome de Dravet (relacionado con el gen SCN1A). Sin embargo, estos tratamientos únicamente servirán para causas específicas, y necesitaremos un diseño de terapia diferente para cada epilepsia (la mayoría de ellas enfermedades raras o infrecuentes). Este trabajo es esperanzador, especialmente porque de confirmarse la eficacia en pacientes sería útil para el grupo más frecuente de epilepsias, las llamadas epilepsias focales (relacionadas con un foco o lesión en el cerebro), tanto en niños como en adultos.
Los compañeros del University College of London permiten con este tratamiento, usando un vector viral (adeno-asociado), silenciar un gen que solo se activa con las crisis epilépticas, por lo que podría tratar las crisis epilépticas sin "apagar" la actividad sana de las neuronas del paciente. Han demostrado que esto puede ser útil en modelos animales. El próximo paso será realizar ensayos clínicos en pacientes con epilepsia refractaria. Hay que tener cautela siempre con estos estudios preclínicos (de laboratorio) y faltan aún años de desarrollo clínico, pero los datos que muestran y el enfoque novedoso generan esperanza en toda la comunidad de epilepsia.