Begoña Jiménez
Investigadora científica del CSIC en el departamento de Análisis Instrumental y Química Ambiental del Instituto de Química Orgánica General (IQOG-CSIC)
En este estudio, Qiu y colaboradores investigan el riesgo de exposición a sustancias químicas tóxicas y persistentes a través del consumo de pescado de origen marino, focalizando la investigación en las sustancias per y polifloroalquiladas (PFAS, por su acrónimo en inglés). Las PFAS, conocidas como ‘sustancias químicas eternas’ debido a su persistencia en el medioambiente, constituyen una clase de varios miles de sustancias químicas utilizadas en numerosas aplicaciones industriales y productos de consumo por sus propiedades como repelentes de agua, aceite, manchas, etc. y su gran estabilidad fisicoquímica. A través de la ingesta de alimentos, las PFAS se acumulan en el cuerpo humano y representan riesgos para la salud.
La expansión del comercio mundial de alimentos, a pesar de sus ventajas, también puede ser un vector del aumento de la contaminación en ciertas regiones. El estudio proporciona un mapa global de la exposición humana a PFAS procedentes de pescado de origen marino y cuantifica los riesgos para la salud humana derivados del comercio pesquero mundial. La evaluación se centró en dos PFAS bien conocidas: el sulfonato de perfluorooctano (PFOS) y el ácido perfluorooctanoico (PFOA), regulados por el Convenio de Estocolmo en 2009 y 2019, respectivamente, y viéndose que el índice de riesgo del PFOS disminuyó un 72 % tras su regulación de 2009, mientras que los PFAS de cadena larga no regulados siguen presentando riesgos elevados.
Los resultados revelan el efecto positivo de las regulaciones globales como el Convenio de Estocolmo en la reducción de exposición global a las PFAS ya reguladas y destacan los riesgos de exposición comparativamente mayores de las PFAS aún no reguladas. Este sólido trabajo, basado en un amplio conjunto de datos globales, pone en relevancia la gran necesidad de fortalecer las políticas globales de regulación de las sustancias químicas para conseguir reducir a escala global la exposición humana a las PFAS, los químicos eternos.