Carlos Hernández García
Profesor titular del departamento de Física Aplicada y miembro del grupo de investigación en Aplicaciones del Láser y Fotónica (ALF) de la Universidad de Salamanca
Es una noticia fantástica y un reconocimiento muy deseado y esperado por la comunidad científica de óptica y de láseres ultrarrápidos. Gracias a la attofísica, hoy en día podemos observar procesos que ocurren en la naturaleza en tiempos tan breves como trillonésimas de segundo, algo realmente con lo que hasta hace unos años solo podíamos fantasear. En ese mundo tan breve es donde el movimiento de los electrones dentro de átomos y moléculas tiene lugar, y el desarrollar una "cámara de fotos" que nos permita observarlos es el primer paso para poder entender los procesos más fundamentales de la naturaleza.
Una vez entendidos, podemos ir un paso más allá y manipularlos, para, por ejemplo, crear nuevos materiales que satisfagan los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad. Los trabajos experimentales de los profesores L'Huillier, Agostini y Krausz han sido clave en el desarrollo de esa "cámara de fotos", formada mediante pulsos láser con duraciones de attosegundos (¡1 attosegundo es 0,000000000000000001 segundo!). Su creación y su caracterización no fue nada fácil. El proceso que ha logrado generar estos pulsos se denomina generación de armónicos de orden alto, un proceso altamente no lineal que combina varias ramas de la física: óptica de láseres intensos, física cuántica y electrodinámica clásica. A pesar de que los primeros experimentos se desarrollaron a finales de los años 80, hoy en día seguimos refinando y entendiendo la técnica de generación de estos pulsos tan breves.