Reacción a "Reacciones: la contaminación atmosférica disminuyó en Europa en las dos últimas décadas, aunque aumentó por ozono en las regiones del sur"

Este artículo trata de las concentraciones de partículas (PM_2,5 y PM₁₀), NO₂ y O₃ en Europa y su evolución en el periodo 2003-2019. Para ello, se basa en modelos que suministran información con una detallada resolución espacial de 0.1 grados. Los autores destacan la evolución tanto de los días con presencia de contaminación como de la población que vive en zonas limpias. Además, se realiza una división geográfica de Europa para contrastar los resultados en las distintas zonas y, por último, se estudia la evolución de las situaciones episódicas, incluso compuestas, que pueden tener especial incidencia en la salud de la población. Por tanto, se trata de un análisis muy completo, tanto por la escala espacial, como por el periodo analizado, lo que determina su publicación en una revista puntera. 

Aunque los autores de este análisis han enfatizado los resultados más impactantes, no debe olvidarse que, sin ignorar la utilidad de los modelos, puede haber discrepancias destacadas con los datos medidos. Por ejemplo, se muestra la, en ocasiones, importante dispersión entre los valores predichos y los observados. Además, las concentraciones o tendencias se presentan siguiendo los límites administrativos de las provincias, cuya extensión y población pueden cambiar notablemente de un país a otro. Estos esquemas pueden impactar tanto en la población como en los gestores de la calidad del aire, pero se alejan de la distribución de las concentraciones, ya que los núcleos urbanos serán fuentes o sumideros de concentraciones, que presentarán un contraste con los emplazamientos rurales. También se analizan las concentraciones de O₃, pero solo se considera uno de los precursores. No se presentan los compuestos orgánicos volátiles, por lo que resulta arriesgado apuntar medidas de control sin esta información.   

Por último, es acertado el estudio de la evolución de las situaciones episódicas. Sin embargo, no se distingue entre casos de contaminación de origen natural o de origen antropogénico, lo que limita la toma de decisiones acerca de medidas de control.