Jeremy Nicholson
Catedrático de Medicina y director del Australian National Phenome Center de la Universidad Murdoch
El artículo publicado en Science por Cervia-Hasler et al. representa una aplicación formidable de la proteómica moderna de alto rendimiento a un problema actual e importante de la ciencia médica que afecta a millones de personas en todo el mundo: la covid persistente.
Como ocurre con todos los artículos publicados en Science, se ha dedicado una ingente cantidad de trabajo a la caracterización molecular de los patrones proteicos anómalos, en particular, en las vías del complemento y otras relacionadas, que permanecen alteradas en los pacientes con covid persistente.
La covid-19 es una enfermedad excepcionalmente compleja que tiene dianas respiratorias iniciales, pero también una significativa e hipervariable afectación de órganos sistémicos impulsada inmunológicamente. La persistencia de las respuestas inmunitarias alteradas en la covid persistente es lo que da lugar a estos efectos sistémicos (que pueden afectar a todos los sistemas de órganos principales y provocar efectos secundarios neurológicos, cardiometabólicos y de otro tipo).
Este artículo ayuda a identificar algunas alteraciones inmunitarias fundamentales que nos ayudan a comprender los efectos tromboinflamatorios (que afectan al revestimiento de los vasos sanguíneos, por ejemplo) que pueden dar lugar a problemas sistémicos más generalizados (todos los órganos tienen vasos sanguíneos). Este trabajo aporta nuevos conocimientos sobre las perturbaciones de las proteínas del complemento, pero sigue sin explicar la diversidad de los síntomas de covid persistente ni su expresión diferencial entre individuos.
De hecho, el trabajo gira en torno a los datos proteómicos de un número relativamente pequeño de pacientes, por lo que es poco probable que pueda explicarlo todo por sí solo. También hay otros factores (poco conocidos) en la covid persistente, como la alteración del microbioma en relación con los efectos gastrointestinales, que probablemente también influyan en la regulación y el control inmunitarios por derecho propio.
También se conocen alteraciones a largo plazo en el metabolismo energético y en la regulación de la vía triptófano-serotonina que se relacionan con la fatiga crónica, que es una característica común de la covid persistente. Sin duda, estos problemas también tienen raíces inmunometabólicas, pero aún no está claro cómo se relacionan con estos nuevos hallazgos. Este artículo es otro ladrillo en la pared, pero la imagen inmunometabólica integradora completa de la covid persistente aún está por emerger y requiere estudios aún más exhaustivos en un mayor número de personas. Lamentablemente, ¡no faltan pacientes con covid persistente que estudiar!