Jesús Adrián Álvarez
Actuario y doctor en Salud Pública, gerente actuarial en Ernst & Young (EY) en Dinamarca
Este estudio aborda un tema sumamente interesante: ¿Cuánto tiempo podemos vivir? Específicamente, los autores analizan si existe una ‘barrera’ de edad, la cual los seres humanos no podamos sobrepasar.
El artículo es innovador en el sentido de que los autores utilizan datos de cohorte (datos de mortalidad basados en individuos nacidos el mismo año) para determinar la existencia de esta ‘barrera de edad’ con base en fenómenos demográficos antagónicos de postergación y compresión de la mortalidad en edades avanzadas.
Los resultados sugieren que:
- No hay un límite de edad fijo para la vida humana.
- Probablemente el récord de longevidad sea roto en las próximas décadas.
Sin embargo, este segundo resultado está fuertemente basado en el modelo utilizado para el análisis estadístico. Aunado a esto, los autores analizan solamente datos para edades entre 50 y 100, y extrapolan patrones de mortalidad a edades mayores a 100, por lo que existe mucha incertidumbre en si el récord de longevidad pueda ser sobrepasado en un futuro próximo. Para poner esto en contexto, actualmente el récord validado de la persona más longeva en el mundo es atribuido a la francesa Jeanne Calment, quien vivió 122 años y 164 días.
España se encuentra dentro los países más longevos del mundo con una esperanza de vida al nacimiento de aproximadamente 85 años para mujeres y 80 para hombres. El presente estudio (entre tantos otros) indica que la esperanza de vida sigue aumentando tanto en España como en otros países europeos. Este patrón tiene fundamentales consecuencias para la sostenibilidad de los sistemas de pensiones ya que futuras generaciones vivirán más tiempo y, por lo tanto, recibirán pensiones durante mas años.
Para contrarrestar este efecto, países como Dinamarca o Finlandia han aprobado reformas para que la edad de jubilación aumente de acuerdo con el incremento en la esperanza de vida. Es fundamental que se analice la posibilidad de aplicar este tipo de políticas en España, que pretenden mitigar los efectos de envejecimiento basados en evidencia científica.