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Jesús Saavedra

Médico del servicio de Pediatría del Hospital Universitario Gregorio Marañón y coordinador del Proyecto PedGAS-net –una red nacional de estudio de las infecciones invasivas por S. Pyogenes

No se sabe con certeza a qué se debe este aumento en Reno Unido. La teoría más aceptada es un descenso de la inmunidad general debido a un descenso de la circulación de la bacteria por las medidas de distanciamiento durante la pandemia. Pero ha podido ser un cúmulo de circunstancias que habrá que analizar más despacio, como la coincidencia con dos virus respiratorios que podrían favorecer una infección más grave, como son el VRS y la gripe, o el cambio de cepas o serotipos, que pudieran ser más virulentos. No obstante, probablemente sea pronto para saber si existe un aumento real de la incidencia, dado que la incidencia es fluctuante y la notificación puede ir con retraso.  

En España la enfermedad invasiva por Streptococcus pyogenes (S. pyogenes), desafortunadamente, no es una enfermedad de declaración obligatoria (EDO), por lo que no sabemos si existe un aumento en su incidencia. Nosotros lo estudiamos en Madrid hace unos años y vimos una tendencia al aumento, que luego disminuyó mucho (como otras infecciones) durante la pandemia por covid-19, y era un enigma cómo iba a evolucionar. La sensación en la actualidad es de que existe un aumento relativamente importante, tanto de la incidencia como de la gravedad, pero es algo que tenemos que estudiar mejor. Para ello, hace unos años se creó una red nacional para su estudio (PedGAS-net), que yo coordino, y a través de la cual estamos recogiendo los casos. Dado esta alerta, vamos a intentar acelerar su recogida y esperamos que en unas semanas tengamos más datos al respecto. También será importante la identificación de las cepas y serotipos circulantes en la actualidad, para lo que será importante trabajar con el Centro Nacional de Microbiología.  

De cara a padres y madres, lo primero es no sentir ningún tipo de alarma, dado que estas infecciones graves por S. pyogenes son muy raras, especialmente las más graves. A mí me gusta apelar al sentido común y valorar a cada niño y niña, vigilando los signos de alarma que siempre comentamos los pediatras ante un episodio de fiebre, como somnolencia importante, dificultad respiratoria mantenida, vómitos que no ceden o fiebre que dura más de 3-4 días, especialmente si es elevada o es difícil de descender. Y algo que siempre comentamos son la erupciones que no desaparecen con la digitopresión. A veces también hay que tener cuidado con aquellas que son extensas y muy rojas, como quemaduras solares. Algo importante (aunque no 100 %, como todo en medicina), es que las faringitis estreptocócicas suelen cursar sin catarro, mocos ni tos. Es importante informar a los padres, que ante la sospecha de infección por S. pyogenes, en los centros de salud, donde los compañeros, además, son unos excelentes profesionales, suelen tener el test de garganta para saber si la infección es por esta bacteria o no, si consideran que debe realizarse. Por último, emplazar a los padres y madres a tener al día el calendario vacunal de sus hijos e hijas según recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría, incluyendo varicela y gripe (esta entre 6 meses-5 años, además de a los niños de riesgo).

También es importante mantener a los niños y niñas sin ir al colegio mientras presenten un cuadro de fiebre y, al menos, 24 horas tras el inicio del antibiótico en el caso de una faringitis bacteriana.

ES