Autor/es reacciones

Jonathan Bamber

Director del Centro de Glaciología Bristol de la Universidad de Bristol (Reino Unido)

Este artículo presenta un análisis cuidadoso y exhaustivo de cómo responde la AMOC al forzamiento extremo de gases de efecto invernadero y de agua dulce que podría resultar de la aceleración del consumo de combustibles fósiles y del aumento del deshielo de la capa de hielo de Groenlandia. Su análisis se basa en el examen de 34 modelos climáticos de última generación y sugiere firmemente que la AMOC no está cerca de un punto de inflexión para el clima actual y futuro próximo. Es una buena noticia. Aunque no encuentran pruebas de una desconexión o colapso de la AMOC, sí constatan un debilitamiento en todos los casos y esto, por sí solo, debería ser motivo de preocupación. Dado que la AMOC es responsable de gran parte del transporte de calor oceánico hacia los polos, los cambios en su fuerza tienen un enorme impacto en el clima del noroeste de Europa y en todo el mundo.  

Un colapso de la AMOC sería devastador para la civilización, por lo que es comprensible que se haya prestado mucha atención a si esto podría ocurrir en un futuro próximo, pero un debilitamiento de la AMOC también debería ser motivo de preocupación. Aunque no acapare los titulares de la misma manera y su impacto sea un poco más complicado de explicar, sigue siendo extremadamente importante modelizarlo, comprenderlo, vigilarlo y predecirlo.

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