José Manuel Fernández-Real
Jefe del grupo de Nutrición, Eumetabolismo y Salud del IDIBGI y del CIBEROBN, catedrático de Medicina de la Universidad de Girona y jefe de Sección de Endocrinología del Hospital Dr. Josep Trueta
La nota de prensa no refleja el estudio con precisión del todo. Se trata de un resumen de un resumen que, en sí mismo, no contiene toda la información. Por ejemplo, en una de las cohortes se afirma:
«...capturando datos suficientes para 26 enfermedades (es decir, >50 casos y controles para cada enfermedad) con 11.807 casos y 17.118 controles. El análisis reveló que la mayoría de las enfermedades (14/26) estaban significativamente asociadas con la carga microbiana prevista (FDR < 0,05). Nueve de las enfermedades significativamente asociadas mostraron asociaciones negativas con la carga microbiana prevista, mientras que cinco mostraron asociaciones positivas con la carga microbiana prevista».
Lo cual indica que hay una heterogeneidad sustancial con la carga microbiana en su asociación a enfermedades
El estudio es de buena calidad. El número de muestras estudiadas es muy alto y la metodología es sólida.
En lo que no se hace hincapié es en que solo entre el 7-17 % de enfermedades son mal clasificadas si no se tiene encuentra la carga microbiana. Es un factor importante pero no crítico.
El estudio muestra un hecho conocido, aunque no siempre se tiene en cuenta. Una forma indirecta de controlar por carga microbiana es circunscribir el análisis a un umbral de conteo de las diferentes especies a analizar y tener en cuenta los datos composicionales.
Los estudios de microbiota deberían tener en cuenta este factor de confusión para atribuir o no su significado asociativo con un determinado fenotipo o enfermedad.