Autor/es reacciones

Juan Antonio Madrid Pérez

Catedrático de Fisiología y director del Laboratorio de Cronobiología en Universidad de Murcia

Calidad del estudio

El estudio se ha realizado siguiendo un diseño metodológico muy serio y transparente. Utiliza modelos matemáticos del sistema circadiano previamente validados (Jewett–Forger–Kronauer modificado) y datos oficiales fiables sobre indicadores socioeconómicos y de salud (Censo de EE.UU., dataset PLACES de los CDC). El uso de modelos matemáticos basados en exposiciones lumínicas idealizadas permite identificar cuál podría ser el efecto de la supresión del cambio horario y la adopción de un horario estable todo el año. 

Fortalezas del artículo

  • Se aborda el efecto del horario oficial durante todo el año y no únicamente durante cortos periodos de tiempo antes y después de los cambios, como ha sido lo habitual hasta el momento.  
  • Enfoque multidisciplinar que combina especialistas en ingeniería biomédica, cronobiología y epidemiología. 
  • Utiliza datos a nivel de condados, ponderando el impacto del horario de acuerdo con la población residente, lo que confiere una mayor relevancia a las conclusiones en relación con la salud pública. 
  • Total transparencia en los procedimientos de análisis, fuentes, y disponibilidad de datos. 

Debilidades del artículo.

  • El modelo asume un patrón de exposición a la luz y horarios de sueño idealizado para toda la población, lo que puede infraestimar el impacto real de mantener un horario estable en poblaciones con horarios irregulares, trabajo nocturno o bajo acceso a luz natural. 
  • No incorpora factores de comportamiento (actividad física, tiempo al aire libre) ni meteorológicos, que podrían modificar la exposición a la luz y, en consecuencia, la cronodisrupción potencial. 
  • No analiza, ni pondera la heterogeneidad de cronotipos a nivel poblacional, ya que utiliza el cronotipo intermedio (el más frecuente) como referencia general. 

Originalidad del planteamiento. 

Los cambios de hora de primavera y otoño han sido cuestionados durante años por sus efectos negativos sobre la salud en los días inmediatamente posteriores a los cambios, hasta tal punto que todas las sociedades nacionales e internacionales de sueño y cronobiología proponen su supresión.  

Este estudio ha dado un paso más allá y ha analizado qué ocurriría si Estados Unidos adoptara un horario fijo durante todo el año, estimando el impacto de mantener el horario estándar (SDT) o el de verano (DST) de forma permanente. 

Resultados principales. 

Las simulaciones matemáticas muestran claramente que mantener el horario estándar (SDT) todo el año reduciría de forma significativa la carga sobre el sistema circadiano (cronodisrupción) y, con ello, la prevalencia de obesidad y accidentes cerebrovasculares. El beneficio sería algo menor si se adoptara el horario de verano permanente (DST), pero, en cualquier caso, ambas opciones mejorarían la salud en comparación con seguir cambiando la hora dos veces al año. Los autores también muestran que el impacto no es igual en todo el país: la posición geográfica dentro de la zona horaria (este-oeste) y el cronotipo (personas más matutinas o más vespertinas) influyen en el grado de beneficio. En general, serían mayores los beneficios en el caso de los habitantes de las zonas situadas más al oeste de cada franja horaria y los sujetos vespertinos. 

Conclusión general. 

Este trabajo es pionero porque cuantifica los efectos crónicos de la política horaria sobre la salud, algo que hasta ahora apenas se había estudiado. Sus conclusiones apoyan la idea de abandonar los cambios de hora estacionales y optar por el horario estándar permanente (el más próximo al horario solar) como la opción más saludable para la mayoría de la población. Aunque el modelo asume condiciones de luz ideales y no incluye todos los factores de la vida real, como horarios irregulares de sueño o tiempo pasado al aire libre, ofrece una base científica sólida para el debate sobre el futuro de la política horaria.  

Estos resultados serían extrapolables también a otros países con grandes diferencias entre el horario oficial y el solar como es el caso de España. 

ES