Manuel Alcázar Ortega
Profesor titular, subdirector del departamento de Ingeniería Eléctrica en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la Universidad Politécnica de Valencia y director académico del grado en Ingeniería de la Energía
¿Cómo se explica que haya ocurrido algo así?
“Hasta que no se disponga de toda la información sobre el evento que se ha producido no se pueden determinar las causas de forma rotunda, aunque sí se pueden intuir algunas de las razones por las que se ha producido. La red de transporte europea trabaja con el criterio de seguridad N-1, lo que implica que el sistema puede seguir operando de forma segura aunque falle un elemento de la red. Esto quiere decir que la causa no se deberá a un único fallo, sino a una concatenación de eventos que ha producido el apagón. Desde REE se ha indicado que la causa ha sido una oscilación severa de frecuencia, las cuales se producen cuando se pierde el equilibrio entre la energía que entra el sistema (la que producen los generadores) y la que sale del sistema (la que se consume, más las pérdidas). Esta oscilación (cuyas causas todavía no se han aclarado), en un momento en el que la demanda era baja, la generación fotovoltaica superaba el 55 % y había una reducida contribución de generadores que pudieran proporcionar inercia al sistema (solo un 3 % de ciclos combinados y un 10 % de hidráulica, con la nuclear a medio gas), han hecho que el sistema no haya podido hacer frente a la variación de frecuencia y se haya desencadenado una desconexión en cadena de generadores que, al final ha provocado, el apagón”.
¿Era poco probable que pasara?
“La probabilidad de este tipo de eventos es baja pero es posible que se produzcan. De hecho, el operador del sistema (REE) tiene un protocolo, que se ha activado para la restauración del sistema eléctrico tras un cero absoluto (blackout). No obstante, REE dispone en el centro de control de Tres Cantos de un simulador donde los operadores se entrenan para resolver este tipo de situaciones, y otras, en el caso de que se produzcan. Gracias a ello, el servicio ha podido restablecerse en un plazo relativamente corto a pesar de la gravedad de la situación”.
¿Por qué ha pasado en la península? ¿Es una región más vulnerable en Europa?
“La península tiene una interconexión limitada con el resto del sistema eléctrico europeo a través de Francia (apenas 4 GW), lo que la sitúa en una posición de debilidad frente a otros sistemas eléctricos más interconectados. Además, el hecho de que la producción fotovoltaica sea tan alta a ciertas horas hace que la inercia del sistema (generación rodante) y la capacidad de gestión de energía reactiva para hacer frente a oscilaciones de frecuencia y tensión sea menor, lo que reduce su capacidad de reacción”.
¿Puede volver a pasar en los próximos días? ¿Y a medio plazo?
“No es previsible que suceda en los próximos días, ya que entiendo que el operador del sistema está actuando en consecuencia (hoy, por ejemplo, la generación fotovoltaica está en la mitad que ayer, aunque no sabemos si es porque la han limitado por esta razón o por otras causas) pero es un evento que podría repetirse en el medio plazo si no se toman medidas para evitar que se reproduzcan las condiciones que han producido el apagón. Para ello, habrá que analizar en detalle cuáles han sido estas causas y actuar en consecuencia”.
¿Qué tiene que cambiar para que no vuelva a suceder?
“En el corto plazo, seguramente habría que limitar la producción de fotovoltaica (lo que ya se hace desde el centro de control renovables de REE) a umbrales más bajos en períodos de baja demanda, de cara a incrementar la generación rodante que aporte inercia al sistema para hacer frente a variaciones de frecuencia. En el medio plazo, la solución pasaría probablemente por fortalecer la interconexión con Francia (y, con ello, con el resto del sistema eléctrico europeo) e instalar estabilizadores de frecuencia y tensión en la red de transporte para compensar la pérdida de inercia en el sistema por la alta penetración de renovables (especialmente, la fotovoltaica). Otra medida sería mejorar la capacidad de sectorización de la red de transporte para aislar fallos y evitar que estos afecten a otras zonas, aunque este punto no es evidente dada la rápida propagación de este tipo de eventos. Sin embargo, la rápida actuación de las protecciones en la interconexión con Francia es lo que ha evitado que el resto del sistema eléctrico europeo haya sufrido los mismos efectos que hemos tenido en la península”.