María Figueres Oñate
Investigadora posdoctoral en el Instituto de Investigaciones Raras del Instituto de Salud Carlos III
Estos estudios multicéntricos y colaborativos son de gran importancia para el campo, ya que los avances tecnológicos más significativos requieren la participación de expertos en diversas disciplinas, capaces de integrar la información desde múltiples perspectivas. Además, con el desarrollo de herramientas computacionales como el machine learning y la inteligencia artificial, la capacidad de análisis e integración de datos ha alcanzado niveles sin precedentes.
Sin embargo, es fundamental recordar que las neuronas no actúan de forma aislada: necesitan de toda una red de células no neuronales, como la glía, para establecer sinapsis y funcionar adecuadamente. Por ello, resulta crucial realizar estudios que recojan la información de forma integral, sin separar artificialmente las células por fenotipo o características individuales. Aunque en el estudio se hace una segmentación específica, también se logra una identificación de estructuras no neuronales como astrocitos, microglía y vasos sanguíneos, lo cual permite una visión más completa del circuito.
Este tipo de trabajos, que consideran las conexiones dentro de un sistema sensorial, en este caso, el visual, incluyendo todos los componentes celulares involucrados, son esenciales para avanzar en nuestra comprensión sobre cómo se procesa e integra la información en el cerebro y, en última instancia, cómo percibimos el mundo que nos rodea.