Pedro Gullón
Epidemiólogo social y médico especialista en medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Alcalá
La mejor forma de controlar la transmisión de ómicron, con la información que tenemos, es controlando la transmisión comunitaria de COVID-19 dentro de los países.
No sabemos hasta qué punto ómicron ya está extendida por países de nuestro entorno (ya se han confirmado el primer caso en España) ni sabemos cuáles son sus características de transmisibilidad. Por lo tanto, la prohibición de vuelos es probable que tenga una efectividad muy limitada de cara a no permitir que entre ómicron.
El ECDC publicó unas modelizaciones donde analizaba que la limitación de vuelos podría retrasar el impacto de la nueva variante por dos semanas, pero no evitarlo. Por tanto, ahora mismo, de cara a controlar ómicron podemos establecer cuatro prioridades: (1) Estudiar las características de ómicron (transmisibilidad, letalidad, potencial escape inmunitario) lo que nos llevará tres o cuatro semanas; (2) Secuenciar para conocer la extensión; (3) reducir la transmisión comunitaria de COVID-19, sea o no por ómicron; (4) extender la vacunación global para disminuir transmisión en otros territorios.