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Josep Maria Suelves

Investigador del Behavioural Design Lab en el UOC eHealth Center, vocal de la junta directiva de la Sociedad de Salud Pública de Cataluña y de Baleares y vicepresidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo

Aunque el uso de cigarrillos electrónicos es un comportamiento mucho más reciente que el consumo de tabaco, se han desarrollado numerosos estudios para evaluar el impacto sobre la salud de la utilización de estos dispositivos. Se han publicado también revisiones sistemáticas que, al analizar conjuntamente los resultados de diferentes estudios individuales, proporcionan evidencias científicas más robustas.  

El estudio que acaba de publicar Tobacco Control sigue el enfoque de la ‘revisión paraguas’ para obtener una síntesis de 56 revisiones sistemáticas del impacto del uso de cigarrillos electrónicos sobre la salud entre jóvenes menores de 25 años, que a su vez estuvieron basadas en 384 artículos científicos diferentes. Los resultados presentados por los autores muestran la asociación entre el uso de cigarrillos electrónicos y el desarrollo o la exacerbación de diferentes problemas de salud como el asma bronquial y otras afecciones respiratorias, las quemaduras y otras lesiones no intencionadas y, muy especialmente, el inicio del uso de tabaco y otros productos adictivos como los derivados del cannabis y las bebidas alcohólicas. Destaca especialmente el hecho de que 21 revisiones sistemáticas han mostrado que las personas jóvenes que utilizan cigarrillos electrónicos tienen una probabilidad tres veces mayor de iniciarse posteriormente en el uso de tabaco en comparación con quienes que no utilizan esos dispositivos.  

Las políticas de salud pública en relación al control del tabaco tienen entre sus principales objetivos la prevención del inicio del consumo durante la adolescencia y la juventud. Como se sabe que el uso de cigarrillos electrónicos es muy frecuente entre jóvenes y adolescentes, es muy importante saber cómo afecta al su uso de tabaco y actuar en consecuencia. La evidencia científica disponible, como la que recoge este nuevo estudio, muestra que la difusión del uso de cigarrillos electrónicos entre jóvenes y adolescentes puede causar un aumento del uso posterior de productos del tabaco, además de contribuir a diferentes patologías. Es necesario implementar actividades de prevención del uso de cigarrillos electrónicos entre la población joven, como el desarrollo de campañas de comunicación fundamentadas en la evidencia que proporcionan las ciencias del comportamiento, así como el control de la comercialización de dispositivos diseñados especialmente para atraer a los consumidores más jóvenes, como los cigarrillos electrónicos desechables o aquellos que incorporan ciertos aromas y diseños. 

ES