Autor/es reacciones

Susan Davis

Investigadora del National Health and Medical Research Council (NHMRC) y directora del Programa de Investigación sobre la Salud de la Mujer de la Universidad de Monash (Australia)

Rodney Baber

Catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Sídney (Australia)

Los cuatro artículos publicados en The Lancet sobre la menopausia no ofrecen nuevos resultados de investigación, sino que dan opiniones sobre cómo podría verse la menopausia y cómo podría optimizarse la experiencia de la menopausia.  

Resulta decepcionante que en el artículo principal se afirme que “los principios del empoderamiento no se han aplicado a la menopausia”, cuando el empoderamiento de las mujeres para afrontar mejor su menopausia, mediante el suministro de información sanitaria creíble para apoyar la toma de decisiones informadas y compartidas, ha sido el objetivo de organizaciones nacionales e internacionales durante muchos años.  

Los artículos plantean la importante preocupación de la posible atribución errónea de una serie de síntomas psicológicos a la menopausia. Aunque tampoco se trata de un concepto nuevo, es coherente con otras revisiones publicadas recientemente, y destacar esta preocupación refuerza el mensaje a las mujeres y a profesionales de la salud de no achacar todos los síntomas a la menopausia.   

Las autoras subrayan que la mayoría de las mujeres no experimentarán síntomas menopáusicos debilitantes. No obstante, reconocen que entre el 60 y el 80 % de las mujeres tendrán sofocos y sudores menopáusicos que pueden durar, de media, unos siete años, y que para una de cada tres mujeres pueden ser bastante graves.  

Las autoras advierten contra la 'sobremedicalización' de la menopausia, pero los mensajes relativos a la terapia [hormonal] son contradictorios y potencialmente confusos. Por ejemplo, se afirma que “la Sociedad Norteamericana de Menopausia recomienda THM [terapia hormonal para la menopausia] específica, la gabapentina y la oxibutinina, que tienen una eficacia de leve a moderada y reducen los sofocos en 1-2 al día sin una mejora significativa de la calidad de vida relacionada con la menopausia”.  Sin embargo, más adelante se afirma que la THM es eficaz (reduce los sofocos entre dos y cuatro al día) y mejora la calidad de vida relacionada con la salud. Resulta preocupante la promoción de la gabapentina y la oxibutinina, ninguna de las cuales está aprobada en ningún país para el tratamiento de los sofocos/sudores menopáusicos (síntomas vasomotores) y los datos sobre la oxibutinina son notablemente escasos.  Por el contrario, el fezolinetant, que ha sido aprobado en el Reino Unido, la UE, Australia y los EE.UU. específicamente para los síntomas vasomotores, ha sido menospreciado por ser solo modestamente eficaz a pesar de la sólida evidencia de la que carecen estos otros tratamientos no hormonales. 

También se reconoce la importancia de la pérdida ósea en la menopausia y la eficacia de la THM para la prevención de fracturas, pero se cuestionan otros efectos a largo plazo de la menopausia sobre la salud. Esto entra en conflicto con otras opiniones de expertos de gran prestigio [ver aquíaquí] y, a su vez, demuestra que esta serie de The Lancet debe considerarse solo como una interpretación de la investigación publicada.  

Las autoras parecen decididas a minimizar el importante papel de la THM para ayudar a muchas mujeres que llegan a la menopausia. Ignoran otras revisiones sistemáticas publicadas que coinciden en que la THM es el tratamiento más eficaz para los síntomas vasomotores, es tan eficaz como otras terapias específicas para los huesos (agentes antiresortivos) para reducir la osteoporosis posmenopáusica y las fracturas asociadas y, a diferencia de algunos antiresortivos, no se asocia con un mayor riesgo de fractura al suspender el tratamiento. 

Las orientaciones actuales de las sociedades internacionales y nacionales de menopausia hablan todas ellas del empoderamiento de cada mujer en esta etapa crucial de su vida. También subrayan la importancia de un enfoque basado en la evidencia y, lo que es más importante, de ofrecer a cada mujer la atención, el apoyo y, en caso necesario, el tratamiento que busca para ayudarla en su recorrido 

No obstante, en general, estos documentos están en consonancia y apoyan la última guía de buenas prácticas para la menopausia aprobada a nivel nacional e internacional y publicada en 2023, Guía práctica para el manejo de la menopausia, con acceso abierto online para las mujeres y los médicos para facilitar el empoderamiento de la salud, como se recomienda en estos artículos.

ES