Tania Guillén Bolaños
Investigadora en el Centro de Servicios Climáticos de Alemania (GERICS)
Con el Informe de Síntesis (SYR), el IPCC culminó el sexto ciclo de evaluación más productivo de su historia, compuesto por tres informes especiales, una actualización de metodología y las contribuciones de los tres grupos de trabajo. Estos informes presentan el estado del arte sobre la ciencia del cambio climático, incluidos sus impactos en la sociedad y ecosistemas. El informe de síntesis, como dice su nombre, resume los principales hallazgos de este ciclo de evaluación. La información presentada por el IPCC nos permite conocer mejor cómo ha cambiado el clima, los efectos de esos cambios y las soluciones disponibles para enfrentar las consecuencias negativas.
El IPCC confirma una vez más que, como humanidad, somos responsables del calentamiento global observado y de que no todos los países han contribuido de igual manera en crear el problema. Además, el informe confirma los hallazgos del anterior informe sobre los 1,5 ºC de calentamiento global, publicado en 2018, ya que afirma que todavía es posible limitar el calentamiento global y, por ende, los riesgos e impactos previstos, a 1,5 ºC en comparación con la era preindustrial. Sin embargo, las tendencias actuales no son compatibles con un planeta sostenible y en condiciones de equidad para sus habitantes y ecosistemas. El reto es cada vez más grande.
Los 1,5 ºC son el límite más ambicioso del Acuerdo de París y también el límite que representa menos riesgos para la humanidad y los ecosistemas que la habitan. Sin embargo, la ventana de oportunidad que tenemos como humanidad se está cerrando. Para limitar el calentamiento en 1,5 ºC son necesarias reducciones rápidas y profundas, y, en la mayoría de los casos, inmediatas de las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores esta década.
La evaluación del IPCC nos dice una vez más que no podemos seguir postergando la acción climática. A mayor tiempo que dejemos pasar, se reduce la viabilidad de las medidas de adaptación (las que son viables ahora, pueden no serlo en un futuro más cálido). A mayor calentamiento habrá mayores pérdidas y daños, principalmente en las comunidades y regiones ya vulnerables. Este ciclo de evaluación ha enfatizado en aspectos vitales de la interconexión entre el clima, los ecosistemas, biodiversidad y la sociedad (incluyendo equidad y justicia). Todo está conectado: necesitamos un desarrollo resiliente al clima.
Hay suficiente tecnología y financiación para la implementación de acciones de adaptación a los cambios ya observados y los previstos, así como para acciones para mitigar el cambio climático. No es falta de recursos, sino que hay barreras para asignar los recursos para la acción climática que, además, contribuye a un futuro sostenible justo.
Si bien los informes del IPCC no son prescriptivos, son sumamente relevantes para la política global, especialmente para las negociaciones bajo la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Las políticas climáticas actuales (NDCs) no son suficientes para limitar el calentamiento de acuerdo a los límites del PA (Acuerdo de París). Por ello con esta información, en la próxima ronda de negociaciones sobre cambio climático que se realizará en los Emiratos Árabes Unidos, los gobiernos deben pasar del discurso a la acción.