Nicolás Toro
Profesor de Investigación del CSIC
Las bacterias albergan una gran cantidad de sistemas para defenderse de ataques biológicos foráneos, incluidos virus, que han ido evolucionando a lo largo de millones de años y que hoy despiertan un enorme interés por su posible utilidad para corregir defectos genéticos y enfermedades que afectan a organismos superiores, incluidos los humanos. Dentro de estos sistemas quizás el más conocido son los denominados CRISPR-Cas, un sistema de inmunidad adaptativa que le permite a las bacterias recoger y almacenar la historia de sucesivos ataques y así sentar las bases para la protección y defensa frente a aquellos de la misma naturaleza que pudiesen ocurrir en el futuro.
El estudio recientemente publicado en la prestigiosa revista Nature Microbiology, liderado por científicos españoles, logra reconstruir la historia evolutiva de uno de los más famosos de estos sistemas, el asociado a la proteína efectora Cas9. El estudio de los ancestros ya extintos de esta proteína actual revela una evolución desde unos sistemas que en su origen fueron más versátiles, tanto en el reconocimiento de las secuencias diana como en la naturaleza de las mismas, probablemente ADN de cadena sencilla y ARN.
Este estudio genera nuevas preguntas sobre cuál fue la función inicial de estos sistemas CRISPR-Cas primitivos, y su versatilidad da pie a pensar que estas proteínas reconstruidas de época pasada pudieran ser muy útiles actualmente en edición genómica, lo que abre un nuevo futuro al uso de esta tecnología. No obstante, el uso en general y en particular de estas nuevas tecnologías genéticas en seres humanos sin duda despierta numerosos recelos desde el punto de vista ético y social, y son necesarios estudios previos a que se puedan utilizar de forma efectiva, especialmente la evaluación de la actividad no deseada en otros lugares del genoma.
La tecnología basada en los sistemas CRISPR-Cas primitivos identificados en este estudio, así como la exploración de la diversidad de otros sistemas de defensa bacterianos, puede representar una revolución en el avance de la medicina para la humanidad.