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Víctor Resco de Dios

Profesor de Ingeniería forestal y Cambio global de la Universidad de Lleida

En España tenemos la impresión de que este año no ha sido particularmente caluroso porque el verano fue más suave que en los dos años anteriores. Sin embargo, a nivel global hemos alcanzado un nuevo récord de 1,5 ºC [de aumento]. El clima sienta las bases sobre las que se asienta toda sociedad: el urbanismo, la industria, el turismo, la agricultura o los bosques, por poner unos ejemplos, dependen del clima en cada zona. El cambio climático, por tanto, afecta a todos estos sectores. Hasta ahora hemos considerado que el nivel de calentamiento seguro, el que no afecta de manera crítica a la sociedad, está en los 2 ºC, una cifra que cada vez está más cerca.  

Las concentraciones de CO2 siguen aumentando en la atmósfera, por lo que el calentamiento seguirá progresando y el umbral de los 2 ºC se rebasará en unas pocas décadas. Por eso la adaptación al cambio climático se torna cada vez más urgente e importante. El cambio climático no crea megaincendios ni riadas catastróficas por sí solo, pero sí que aumenta la intensidad con la que arden las llamas y descargan las tormentas. Por tanto, debemos implementar ya las estrategias que sabemos que funcionan para protegernos de estos eventos extremos. Las inundaciones del año pasado o los incendios del 2022 son apenas el tráiler del futuro que nos espera. Debemos empezar a sentar las bases para adaptar nuestras ciudades, industrias, turismo, agricultura y bosques al nuevo clima. Está en nuestra mano disminuir las consecuencias más funestas de este nuevo mundo. 

ES