Mª Pilar Matud Aznar
Doctora en Psicología y en Ciencias de la Información por la Universidad de la Laguna, catedrática de esa universidad –actualmente jubilada— y psicóloga especialista en Psicología Clínica
Casi una de cada cuatro chicas adolescentes (el 24 %) con edades entre 15 y 19 años que han tenido pareja han sido víctimas de violencia física y/o sexual por parte de la pareja en algún momento de su vida y el 16 % lo ha sido durante el último año, según datos de la OMS recogidos en 161 países de todas las regiones del mundo. Aunque la violencia física y sexual hacia las chicas adolescentes por su pareja se da en todo el mundo, la frecuencia de dicha violencia varía de forma importante entre países y regiones, oscilando la prevalencia vital entre el 6 % en Georgia y el 49 % en Papúa Nueva Guinea. La violencia es menos frecuente en los países donde las tasas de educación secundaria de las mujeres son altas, en los que hay más igualdad de género en la propiedad de bienes, y en los países y regiones de altos ingresos, mientras que en los países de bajos ingresos y en las sociedades con mayores tasas de matrimonio infantil las tasas de violencia física y/o sexual hacia las chicas adolescentes son más altas.
La alta variación entre países y regiones de la presencia de violencia de pareja hacia las chicas adolescentes, así como su asociación con los factores contextuales del país, indican que tal violencia puede ser prevenida y erradicada y señalan los factores más relevantes a tener en cuenta. Y ello es fundamental ya que la violencia de pareja afecta a corto y a largo plazo a la salud, desarrollo y bienestar de las chicas adolescentes. Los resultados del estudio enfatizan la necesidad de promover y garantizar políticas y programas que aumenten y aseguren la igualdad de género. Destaca que los países deberían proporcionar educación secundaria a todas las chicas, garantizar la igualdad de derechos de propiedad para las mujeres, eliminar las normas de género discriminatorias y erradicar prácticas nocivas como el matrimonio infantil. Estas recomendaciones también son relevantes para nuestro país. La violencia contra las mujeres es un problema global y con la tasa de inmigración que tenemos en España, no podemos limitarnos [a considerar solo lo que pasa dentro de nuestras fronteras].