Maik Pietzner
Catedrático de modelado de datos de salud en el Instituto de Investigación Universitaria en Salud de Precisión de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) y codirector del Grupo de Medicina Computacional del Instituto de Salud de Berlín en Charité (Alemania)
El estudio está bien ejecutado y los resultados se presentan de forma equilibrada, reflejando los resultados del análisis. El comunicado de prensa también está bien redactado y concuerda con la evidencia en el campo, que indica que cualquier estrategia de reducción de la ingesta calórica resulta en una pérdida de peso proporcional, ya sea en cada comida o saltándose comidas (ayuno intermitente). La falta de un beneficio adicional en los marcadores de riesgo cardiovascular de cualquier esquema de ayuno intermitente coincide con nuestro estudio, que indicó que se necesitarían períodos de ayuno mucho más largos para modificarlos. Sin embargo, hemos observado que incluso estos se revierten rápidamente a los niveles previos a la intervención.
Un punto a destacar podría ser el nivel bastante moderado de pérdida de peso logrado con cualquier intervención y la falta de seguimiento a largo plazo en términos de mantenimiento del peso y reducción de la aparición de enfermedades importantes. Por ejemplo, es improbable que todos los regímenes dietéticos, incluidas las diferentes formas de ayuno intermitente, sean sostenibles. Un hecho que también indica la disminución de la adherencia en la mayoría de los estudios.
En resumen, comer menos conduce a la pérdida de peso, independientemente de cómo se haga. Se omiten aspectos que habrían sido de interés, como los efectos sobre la masa muscular, lo cual es una preocupación importante para las intervenciones farmacológicas actuales contra la obesidad.