Autor/es reacciones

Fernando Broncano

Catedrático emérito de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universidad Carlos III de Madrid

Este artículo firmado por dos autoridades, una especialista en neurociencias y un muy conocido filósofo político, llama la atención hacia un fenómeno que no ha sido muy tenido en cuenta precisamente por la interdisciplinariedad: la habituación del cerebro a entornos sociales que progresivamente se deslizan hacia sociedades autoritarias. La argumentación es sólida y es precisamente lo que resulta más alarmante del artículo. 

Los autores señalan evidencias empíricas de habituación del cerebro y de generar sesgos cuando hay una constancia de fenómenos autoritarios que progresivamente suscitan menos reacción. Es algo similar, en una escala menos preocupante, a cómo en un parque en el que no se recoge la basura se tiende progresivamente a no cuidar el tirar desperdicios, mientras que ocurre lo contrario cuando el parque está cuidado y limpio. Los fenómenos autoritarios que citan los autores se refieren a las derivas de Estados Unidos, donde se acumulan múltiples casos de degradación de la vida democrática. 

Es particularmente importante cómo estos fenómenos comienzan por una habituación epistémica: polarización, acumulación de fake news, desconfianza persistente en la opinión de expertos, etc. La creación progresiva de sesgos en la percepción de hechos antidemocráticos es, probablemente, un umbral de mal retorno. Desgraciadamente, la evidencia diaria hace sospechar que el análisis de los autores se puede extrapolar a la mayoría de las sociedades, incluida la nuestra, en la que, por cierto, nos haría falta un análisis similar.

ES