Nicolás Villanueva Martínez
Investigador posdoctoral en el Instituto Universitario Mixto de la Energía y Eficiencia de los Recursos de Aragón (ENERGAIA - UNIZAR)
El proyecto FUTURaM consiste es el análisis más detallado a la fecha sobre materias primas secundarias a partir de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEEs). Se centra en la disponibilidad de elementos que constituyen materias primas críticas y estratégicas a partir de RAEEs, haciendo una proyección desde el presente hasta el año 2050 y considerando tres escenarios: ‘business as usual’ (BAU), en que se siguen las tendencias actuales de consumo y tasas de recuperación y reciclado; ‘recuperación mejorada’ (REC), en que los patrones de consumo siguen las tendencias actuales, pero se mejoran las tasas de recolección de residuos y las tecnologías de reciclaje; y ‘circularidad’ (CIR), en que además de mejorarse las tasas de recolección y de reciclaje, se aplican medidas de economía circular que permiten reducir el consumo de RAEEs y, por ende, la generación de residuos (como extender vida útil, mejorar los mercados de segunda mano o fomentar la reparación, entre otras). Los datos de generación y recolección de RAEEs se obtienen de estadísticas provistas por Eurostat y por reportes de distintos países de los 27 de la UE+4 (Reino Unido, Suiza, Islandia y Noruega), además de literatura científica.
Uno de los datos actuales más importantes del informe es que la generación de RAEEs alcanza 10,7 millones de toneladas al año en los 27+4, de los cuales solo 5,7 son recolectadas por los canales apropiados que permiten su correcto reciclaje. El resto son recolectadas por otros métodos (como por la basura domiciliaria), mezclados con otros residuos, exportados a países de medios y bajos ingresos o su paradero es desconocido. Estos 10,7 millones de toneladas en los países estudiados corresponden a 20 kg por persona, misma razón que en España. Bajo los escenarios BAU y REC, se espera que la generación per capita a 36 kg al año a 2050. Sin embargo, aplicando medidas de economía circular (escenario CIR), esta puede reducirse a partir de 2040 hasta llegar a menos de 25 kg por persona por año (tanto para España como para los 27+4) a 2050. Estos resultados son consistentes con los que obtuvimos en la investigación Alargascencia: Beneficios ambientales de alargar la vida útil de los teléfonos móviles y portátiles en España, donde también mostramos que alargar la vida útil de los AEEs puede ser una estrategia tan efectiva para reducir los residuos como aumentar las tasas de reciclaje. Hay que destacar que los residuos que más aumentarán serán los de los paneles solares.
Una de las dificultades más importantes a la hora de evaluar la disponibilidad de materias primas de fuentes secundarias (como son los RAEEs) consiste en conocer su composición química. Para algunos aparatos, como las lámparas, esta es más o menos estándar, pero para otros, como los teléfonos móviles u ordenadores, esta puede variar de un fabricante o modelo a otro. Los fabricantes no tienden a compartir esta información, y lo datos en literatura son limitados. El proyecto FUTURaM ha lidiado con este problema apoyándose en resultados de proyectos europeos anteriores, datos de literatura y consultando de forma confidencial a socios y stakeholders del proyecto, lo que le da una base sólida. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las composiciones pueden variar a lo largo de los años y, si bien se pueden hacer proyecciones, es imposible saber exactamente cómo evolucionarán en el futuro. Un ejemplo es la cantidad de oro presente en smartphones y ordenadores portátiles, que ha ido disminuyendo en los últimos años. Lo mismo ocurre con las tecnologías, no se puede saber cuándo aparecerá una tecnología que dejará obsoleta a una anterior. Como ejemplo, los televisores CRT fueron rápidamente reemplazados por los de plasma, LCD y LED. Asimismo, de aquí a 2050 pueden surgir nuevas tecnologías de células fotovoltaicas que reemplacen a las actuales de silicio cristalino.
Con respecto a los elementos recuperables a partir de RAEEs, destacan sobre todo el aluminio y el cobre, que representan el 87 % de la masa de materias primas críticas disponibles en los RAEEs. Estos dos elementos se pueden recuperar de forma bastante eficiente mediante procesos de reciclaje, por lo que fomentar la recolección de los residuos es una medida eficiente para aumentar su producción a partir de fuentes secundarias. Caso similar es el del manganeso o el silicio. Sin embargo, otras materias primas críticas muy importantes para el contexto europeo, como el neodimio (fundamental para los imanes permanentes) o el cobalto, son muy difíciles de reciclar a partir de los RAEEs en el contexto actual. Esta situación pone en valor el concepto del ecodiseño, que permita que los aparatos sean fabricados de forma que sus piezas, componentes y materiales puedan ser desensamblados, clasificados y separados de forma más eficiente, aumentando la tasa de reciclabilidad de los metales.
Este estudio pone en valor, por un lado, la gran oportunidad que tiene Europa con los RAEEs de acceder a materias primas críticas de las que depende fuertemente de la importación. Por otra parte, indica la necesidad de mejorar los procesos de recolección y aumentar la proporción de RAEEs que son gestionados correctamente según la normativa europea. Finalmente, muestra también que una verdadera circularidad requiere no solo de aumentar las tasas de recolección y reciclaje, sino que también de medidas que apunten a reducir el consumo y reducir derroche de recursos, tales como aumentar la vida útil de los productos, ecodiseñar, fomentar la reparación y mercados de segunda mano, entre otros.