África González-Fernández
Catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo, investigadora del Instituto de investigación Galicia sur (IIS-GS) y académica de la RAFG
Esta vacuna emplea solamente la proteína de la espícula (S), con una sustancia adyuvante para potenciar la respuesta. La tecnología en parte es novedosa, en el tipo celular que producen las proteínas, en forma nanoparticulada, y también en el tipo de adyuvante que emplea, pero el uso de proteína recombinante ya se emplea en otras vacunas, como la de la hepatitis B, con mucho éxito.
Es una vacuna que ha demostrado ser muy eficaz frente al SARS-CoV-2, con un 90 % de protección para infección con síntomas en los ensayos clínicos (cuando circulaban sobre todo las variantes alfa y beta), y aún no se conoce su efecto sobre la variante ómicron.
Ha demostrado en los ensayos (más de 45000 personas reclutadas de más de 18 años) que es muy segura, y con muy pocos efectos secundarios (dolor brazo, cansancio, dolor de cabeza y náuseas). No se han detectado problemas serios.
El adyuvante que incorpora es propiedad de la empresa, se denomina Matrix-M y ayuda a obtener una respuesta potente tanto de anticuerpos como de linfocitos T. Se ha probado ya en otras vacunas, como en una vacuna en estudio para la malaria.
Una ventaja con respecto a las de RNAm es que no requiere ultracongelación. Puede mantenerse en nevera (entre 2 y 8ºC), lo que hace que pueda ser una vacuna excelente para países donde la logística de las otras vacunas es un problema.
Queda aún por demostrar su eficacia frente a ómicron, pero es previsible que las personas vacunadas sigan respondiendo a esta variante, aunque pueda disminuir algo su reconocimiento.
Es importante indicar que esta vacuna no puede replicarse, no produce enfermedad y no se integra.
La vacuna es para inyección intramuscular y en dos dosis con un intervalo de 21 días de diferencia, aunque seguramente si se ampliara este plazo, la respuesta inmunitaria generada podría ser incluso mayor, por los datos obtenidos con otras vacunas.
En resumen, tenemos una nueva vacuna que puede ser empleada, muy segura, con alta eficacia y con ventajas relativas a la logística por no necesitar ultracongelación. Por otra parte, la producción de la proteína se va a llevar a cabo en una empresa española, Biofabri, en Porriño, cerca de Vigo, por lo que es una muy buena noticia.