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Alfonso Valencia

Profesor ICREA y director de Ciencias de la Vida en el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona​ (BSC)

Es todavía pronto para saber cuáles serán las consecuencias de este anuncio y las negociaciones posteriores entre la Unión Europea y Estados Unidos; sin embargo, queda claro que entramos en una fase de inestabilidad global.  

En el sector biotecnológico y farmacéutico, aunque nuestras exportaciones han crecido progresivamente —con algunas compañías como Grifols claramente en cabeza (cerca del 60 % de las exportaciones)—, tenemos un desequilibrio muy grande entre importaciones y exportaciones (balance negativo de 1.700 millones de euros). La situación en Europa es muy dispar, con países como Alemania mostrando una balanza comercial muy positiva, lo que no hará fácil encontrar formular una política común para este sector. 

Desde una perspectiva más amplia, la inestabilidad generada por la administración estadounidense, que ya está impactando severamente a la ciencia básica, también afectará a la competitividad de la industria biotecnológica y farmacéutica en Estados Unidos (lo que ya se evidencia en las preocupantes noticias sobre el impacto en la agencia de medicamentos estadounidense).  

En este contexto caótico, España y Europa tienen ante sí una oportunidad: no solo deben implementar medidas urgentes para atraer el talento que busca escapar de Estados Unidos, sino también fortalecer la competitividad de nuestras empresas al reducir burocracia y agilizar la financiación. 

ES