
Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS)
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Investigadora experta en computación cuántica en el Barcelona Supercomputing Center y coordinadora de Quantum Spain
Profesor ICREA y director de Ciencias de la Vida en el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (BSC)
Investigadora del departamento de Ciencias de la Tierra - Variabilidad y Cambio Climáticos del Barcelona Supercomputing Center
Responsable del grupo de Análisis y Visualización de datos del Barcelona Supercomputing Centre (BSC-CNS)
Profesor ICREA, director del Departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center
Investigador postdoctoral en el Grupo de Composición Atmosférica, Departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS)
Profesor ICREA, colíder del grupo de Variabilidad y Cambio Climático del Barcelona Supercomputing Center
Colíder del grupo de Predicción y Cambio Climático del Barcelona Supercomputing Center
Investigador del departamento de Ciencias de la Tierra - Variabilidad y Cambio Climáticos del Barcelona Supercomputing Center
Investigador del departamento de Ciencias de la Tierra - Variabilidad y cambio climáticos del Barcelona Supercomputing Centre (BSC)

Un equipo liderado por el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona y el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) ha desarrollado y utilizado una nueva herramienta de inteligencia artificial (IA) —denominada CANYA—, junto con un gran volumen de datos, para predecir cuándo y por qué tiene lugar la agregación de proteínas. El recurso podría servir para avanzar en la investigación de enfermedades neurodegenerativas y en la producción de fármacos, según la nota de prensa conjunta. Los resultados se publican en la revista Science Advances.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que todos los artículos importados a Estados Unidos tendrán un arancel del 10 %. En el caso de los bienes procedentes de la Unión Europea, este tributo aumentará hasta el 20 %, según la orden ejecutiva firmada por Trump, lo que afectará a la industria científica y sanitaria de la UE. Este arancel será incluso mayor con otros socios comerciales. La medida no afectará, de momento, a los productos farmacéuticos.

Los recortes presupuestarios que afectan a la actividad científica en países como Estados Unidos y la fragilidad de los sistemas centralizados plantean como una necesidad apostar por modelos descentralizados y colaborativos. La ciencia, intrínsecamente global, requiere estructuras que resistan presiones locales. En esta situación, Europa tiene la oportunidad —y el deber— de liderar un nuevo paradigma donde los datos sean libres, seguros y accesibles.

Un estudio liderado por investigadoras de ISGlobal ha analizado cómo influye la pérdida de hielo marino del Ártico en el clima, aislándola de otros factores relacionados con el cambio climático. Sus resultados, publicados en la revista Communications Earth and Environment, muestran que, en una escala temporal de décadas, la pérdida de hielo ártico favorece que el clima del suroeste de Estados Unidos –de California en concreto– se vuelva más seco, especialmente en invierno. Este fenómeno también afectaría al clima de España y Portugal, propiciando condiciones de mayor humedad en invierno, aunque el efecto es más débil.

Un equipo de la Universidad de Iowa (EEUU) ha encontrado una relación entre especies concretas de bacterias de la microbiota y la gravedad de la esclerosis múltiple. En concreto, una ratio menor entre las cantidades de Bifidobacterium y Akkermansia se relacionó con la enfermedad y con un peor curso de esta, tanto en ratones como en dos cohortes de pacientes y personas sin la enfermedad. Según los autores, que publican los resultados en la revista PNAS, el hallazgo podría servir para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la esclerosis múltiple.

Una terapia de microbioma sintético, probada en ratones, protege contra los síntomas graves de una infección intestinal difícil de tratar y potencialmente mortal en humanos: Clostridioides difficile. Aunque se inspira en la idea de los trasplantes fecales humanos, el nuevo enfoque no requiere de materia fecal. En su lugar, utiliza menos cepas bacterianas, pero más precisas. El estudio se publica en la revista Cell Host & Microbe.

Las ‘firmas bacterianas’ de las zonas genitales podrían servir como herramienta forense para identificar a culpables de agresiones sexuales, aunque no haya rastro de esperma, según propone un estudio publicado en la revista iScience, del grupo Cell. Tras secuenciar el ADN de bacterias procedentes de muestras genitales de 12 parejas estables, los autores muestran que se produce una transferencia de especies bacterianas durante el coito que permite identificar el microbioma genital o ‘sexoma’ propio de cada persona.

Un modelo de inteligencia artificial (IA) liderado por la compañía Meta es capaz de traducir voz y texto, incluidas traducciones directas de voz a voz, de hasta 101 idiomas en algunos casos. Según el equipo investigador, este modelo —denominado SEAMLESSM4T— puede allanar el camino hacia traducciones universales rápidas “con recursos que se pondrán a disposición del público para uso no comercial”. El trabajo se publica en la revista Nature.

El año 2024 fue el más cálido registrado en el mundo y el primer año natural en que la temperatura media mundial superó en 1,5 °C su nivel preindustrial, según ha confirmado el Servicio de Cambio Climático de Copernicus.

Más de treinta científicos y científicas de diferentes especialidades entre los que se encuentra Craig Venter –pionero en la creación de vida sintética artificial– han escrito un artículo en la revista Science en el que valoran las posibilidades de sintetizar organismos espejo, pero también avisan de los riesgos que estos plantean. Este tipo de microorganismos, que presentarían una estructura en espejo a la que se encuentra actualmente en la naturaleza, tendrían posibles aplicaciones por su resistencia a la degradación biológica. Sin embargo, supondrían también un peligro porque no serían reconocidos por nuestras defensas y podrían propagarse en los ecosistemas. Los científicos piden más investigaciones y un debate amplio, y alertan de que hasta que no se alcance un mayor conocimiento, este tipo de organismos no deberían crearse.