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Ana Vázquez González

Científica Titular del Instituto de Salud Carlos III

El dengue es una de las enfermedades transmitidas por vectores cuya incidencia ha aumentado más rápidamente en las últimas décadas, con una estimación de entre 100 y 400 millones de infecciones cada año, siendo aproximadamente el 80 % de ellas leves y/o asintomáticas. Actualmente, está distribuido en extensas zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo, sobre todo en regiones urbanas y semiurbanas, afectando a más de 120 países y estando más afectadas por la enfermedad América, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental.

Además de la carga de enfermedad producida en regiones donde el virus está presente, el dengue representa un riesgo para la salud pública de territorios no endémicos en los que están presentes mosquitos del género Aedes (que actúan como vector transmisor) como es el caso de España, donde Ae. albopictus está establecido desde el año 2004 y en expansión. En Europa, el virus dengue produjo epidemias importantes el siglo pasado hasta el fin de la década de los años 20, siendo el vector implicado Ae. aegypti, pero tras la erradicación del mismo, todos los casos descritos han sido casos importados en viajeros procedentes de zonas endémicas. Sin embargo, desde 2010 se han descrito casos de dengue de transmisión autóctona en diferentes países europeos asociados la mayoría a la presencia de Ae. albopictus como Croacia, Francia, Portugal (Madeira, un brote de más de 2000 casos asociado a Ae. aegypti), Alemania e Italia. En España los primeros casos se registraron en 2018 y 2019. La restricción de viajes en 2020 favoreció la no aparición de nuevos casos.

La noticia de la detección en Alemania de dos casos autóctonos de dengue (uno confirmado y otro probable) en viajeros procedentes de Ibiza, isla con presencia de Ae albopictus desde 2014, nos reafirma en la necesidad de vigilancia de la enfermedad en los meses de máxima circulación del vector en todas aquellas zonas en la que está presente Ae. albopictus. La detección temprana de los casos importados resulta clave para el control de la enfermedad pues facilita la puesta en marcha de las medidas de prevención, siendo importantes en este aspecto el establecimiento de un control vectorial (eliminación de criaderos, fumigaciones…) y la protección personal contra las picaduras (repelentes, mosquiteras…).

ES