Anna Palomar
Investigadora predoctoral en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) cuya tesis trata sobre la disrupción circadiana en parte, como resultado de la exposición a luz artificial durante la noche y sus efectos en la salud humana
El reloj circadiano regula el correcto funcionamiento de múltiples sistemas en el cuerpo humano. El principal factor sincronizador de este sistema es la luz que entra a través de la retina en nuestros ojos. La luz azul, aquella con un espectro de 380 a 450 nm, es la más efectiva a la hora de sincronizar (o alterar) este sistema. El cambio sistémico hacia un alumbrado público compuesto principalmente por LEDs ha sido impulsado en muchas ciudades europeas para reducir el impacto medioambiental. Sin embargo, poco se sabe sobre el cambio del color de la luz de este nuevo alumbrado público y su impacto en la salud humana y planetaria.
El estudio de Alejandro Sánchez de Miguel y colaboradores subraya las carencias de estudios anteriores que han evaluado el incremento de luz artificial nocturna usado imágenes de noche, pero sin tener en cuenta el color de la luz emitida, por lo que las estimaciones se pueden haber infravalorado. En el presente trabajo, los autores han utilizado imágenes tomadas desde la Estación Espacial Internacional con cámaras que aportan información sobre el color de la luz y han demostrado un incremento de los niveles de luz artificial, especialmente de luz azul, en Europa a raíz del cambio generalizado al uso de LEDs.
El estudio remarca la importancia de evaluar el impacto de la exposición a luz artificial durante la noche, especialmente en el espectro azul. Además, los autores del trabajo también destacan la huella que puede tener este aumento de luz azul no solamente para los humanos sino también para muchas otras especies. El artículo demuestra este aumento progresivo en los niveles de luz azul en las ciudades europeas, aunque se necesitan más estudios que evalúen sus efectos sobre la salud humana y que propongan medidas preventivas.