Diego Elustondo
Ingeniero químico responsable de la cartera de Árboles y Productos de madera de alto valor de Scion (Nueva Zelanda)
La premisa del artículo es prometedora: dado el enorme volumen de materiales de infraestructura que se producen anualmente y su larga vida útil en servicio o en vertederos, los materiales de construcción ofrecen un potencial sustancial para el almacenamiento de carbono.
Sin embargo, las hipótesis del artículo sobre la capacidad de almacenamiento de carbono en diversos materiales de construcción parecen favorecer a los materiales de albañilería en detrimento de las alternativas basadas en la madera. La comparación entre los materiales existentes (basados en la madera) y los que aún no existen a escala no es realista. Para ser precisa, la comparación debería tener en cuenta los materiales derivados de la madera en la misma fase de desarrollo que otros materiales futuros mencionados en el documento.
No hay pruebas sustanciales que confirmen que estos materiales no renovables modificados propuestos vayan a estar disponibles comercialmente en el futuro, mientras que las alternativas basadas en la madera llevan mucho tiempo establecidas como materiales de construcción renovables. La madera, por ejemplo, tiene un largo historial de rendimiento demostrado, y sus beneficios como sumidero de carbono están bien documentados.
Es crucial reconocer que los árboles son restaurados por la naturaleza, mientras que otros materiales de construcción tienen más probabilidades de permanecer en los vertederos y los yacimientos mineros no serán restaurados. Es crucial destacar que el uso de materiales de construcción no renovables modificados en combinación con materiales de construcción a base de madera que secuestran carbono a largo plazo ayudará a reducir el efecto devastador de las emisiones de gases de efecto invernadero.