Dominic Royé
Investigador en la Misión Biológica de Galicia – CSIC
El artículo es de muy alta calidad. Hay que decir que los autores usan datos previamente publicados en otros estudios. El hecho de que el cambio climático podrá terminar siendo una catástrofe parcial o total es respaldado por la observación y las proyecciones climáticas. Es cierto que se debe preparar y adaptar nuestra sociedad al peor escenario, aunque después no se alcance. La gestión de riesgos naturales es esencial para reducir las vulnerabilidades, aumentar la resiliencia, mejorar la respuesta y la adaptación ante el cambio climático.
Este trabajo está en coherencia con lo que sabemos. No somos consciente de que existen cambios en procesos del sistema climático que serán irreversibles. Solo basta echar un vistazo a los llamados "planetary boundaries" para ver en qué medida ya hemos superado muchos límites en diferentes dimensiones del sistema tierra. El sistema tierra tiene un comportamiento caótico, por tanto, los posibles puntos de inflexión (tipping points) pueden efectivamente llevar a efectos en cascada con consecuencias catastróficas.
Se está haciendo un llamamiento a la exploración desde el punto científico de un posible cambio climático catastrófico. No implica que lo será. Pero recuerdo nuestro reciente estudio de atribución de muertes por calor en el que el 35 % se pueden atribuir al cambio climático. Entonces, ya podríamos hablar de una catástrofe, por lo menos parcialmente, muy lenta a diferencia de otros riesgos naturales, pero ya está con nosotros. ¿Podrá ir a peor? Efectivamente. También hay que tener en cuenta que la aceleración del aumento de la temperatura global en combinación con los eventos extremos en la ultima década muestra que muchos procesos naturales no son líneas. El aumento es no lineal, es decir, más exponencial.
De todas formas, todavía quedan muchas incógnitas sobre los límites del sistema climático. No obstante, en ningún caso resta de la importancia de explorar el peor escenario posible. Es mejor estar preparado que arriesgarse a daños irreparables y consecuencia imprevistas. Los autores dicen que "la precaución es comprensible, pero no coincide con los riesgos y daños potenciales que plantea el cambio climático".