Eloy Sanz Pérez
Doctor en Ingeniería Química, investigador del grupo de investigación de alto rendimiento en Ingeniería Química y Ambiental
Este informe de síntesis del IPCC nos recuerda que nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (principalmente CO2) son la causa inequívoca del calentamiento global que ha dado lugar a un cambio climático mundial. Hoy sufrimos ya sus impactos en múltiples ámbitos: temperaturas extremas, sequías e inundaciones, salud física y mental, producción agrícola, etc. Paradójicamente, los países menos desarrollados han contribuido en una menor medida a estos efectos, pero son quienes más los están sufriendo.
Es muy probable que se alcancen los 1,5 ºC a corto plazo y algunos de los efectos del cambio climático ya son irreversibles. Por tanto, es imprescindible desarrollar estrategias de adaptación, es decir, debemos proteger nuestras calles, viviendas y ecosistemas contra impactos que nos acompañarán para siempre.
A pesar de todo esto, debemos ser conscientes de que las decisiones que tomemos hoy determinarán la magnitud de los efectos del mañana y que es clave implementar reducciones de emisiones que sean inmediatas, rápidas y ambiciosas. Para ello, tenemos ya las herramientas necesarias. Las que mayor potencial tienen en cada ámbito son las tecnologías solar y eólica (energía), la conservación de ecosistemas naturales y la agricultura regenerativa (usos de la tierra), así como el aumento de eficiencia en edificios y transporte (infraestructuras), sin olvidar la electrificación y cambios en nuestra dieta.