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Ernesto Rodríguez Camino

Meteorólogo Superior del Estado y presidente de la Asociación Meteorológica Española

Esta investigación basada en casi tres décadas de observación, principalmente satelital, permite estimar el volumen actual y la tendencia del agua contenida en las 1972 mayores masas de agua dulce en estado líquido del mundo, entre las que se incluyen tanto lagos naturales como embalses construidos por el hombre. El hecho de que estas masas de agua dulce almacenen el 87 % del agua dulce disponible en la Tierra en estado líquido y de que en sus cuencas residan hasta 2.000 millones de habitantes permite darnos cuenta de la importancia que tiene evaluar las tendencias del volumen de agua almacenada. 

El trabajo estudia individualmente las mayores masas de agua y agrega también la información en zonas áridas y húmedas para comprobar el diferente comportamiento y tendencia de ambas, concluyendo que más de la mitad de las masas de agua dulce están perdiendo agua. Se analiza para cada lago natural además la atribución del decrecimiento (o crecimiento) en el volumen de agua debido a: i) la temperatura y la evaporación potencial; ii) precipitación y escorrentía; y iii) actividades humanas. Los mayores embalses de España, según se concluye de este trabajo, muestran una tendencia mayoritaria a perder volumen de agua en el periodo de observación considerado. 

Aunque los autores confirman el conocido patrón de que las zonas áridas tienden a perder volumen de agua, este trabajo también muestra una reducción muy generalizada del volumen de agua también en los trópicos húmedos y en las latitudes altas, contrariamente a lo que mostraban anteriores trabajos de otros autores. Si bien la mayoría de las masas de agua muestran una tendencia a la reducción del agua almacenada, hay un 24 % de masas de agua que tienden a aumentar el volumen de agua, fundamentalmente causados por cambios en los patrones de precipitación y escorrentía. Estas masas se sitúan principalmente en la meseta interior tibetana, en las grandes llanuras del norte de Norteamérica y en el gran valle del Rift en África. 

En definitiva, se trata de un estudio exhaustivo y basado en una serie de observaciones satelitales más largas que los estudios realizados hasta la fecha. Además, cruzando los datos de altimetría satelital con información hidroclimática y de consumo de agua –y esto constituye un gran valor del trabajo– se incluye en este trabajo la atribución de las tendencias en el almacenamiento de agua a las diversas causas que lo producen, siendo este ejercicio de atribución especialmente útil para la gestión de los recursos hídricos.  

En el caso de los lagos naturales, las causas son principalmente debidas al cambio climático –que se traduce en cambio de temperatura y la evaporación potencial asociada y en cambio de precipitación y escorrentía– y a las actividades humanas no sostenibles. En el caso de los embalses, la principal causa de las tendencias es la sedimentación y, en menor medida, las asociadas al cambio climático. Los estudios como este, que nos muestran el impacto del cambio climático –en concurrencia con otros factores– en los recursos hídricos son esenciales para abordar las necesarias tareas de adaptación al cambio climático en este sector tan relevante para todas las regiones del globo. 

ES