Autor/es reacciones

Francisca Ruano Díaz

Catedrática de Zoología del departamento de Zoología y coordinadora del grupo de investigación Ecología Aplicada y Agroecosistemas de la Universidad de Granada

El artículo aborda una problemática compleja, debido a la gran cantidad de factores que controlan las poblaciones de insectos, que –recordemos— tienen importancia como amenaza económica para ciertas actividades humanas, pero, sobre todo, por su implicación decisiva en servicios ecosistémicos como la polinización, el control biológico de plagas y enfermedades, y el ciclo de nutrientes, sin olvidar que forman parte del alimento que consumen muchos otros organismos. Su efecto positivo en nuestras actividades es muchísimo mayor que el negativo. 

Sobre el declive de los insectos y sus implicaciones para la humanidad, se ha producido mucha literatura científica hasta ahora, hasta tal punto que el objetivo que propone el trabajo en cuestión (Introducción, línea 11 "Orientar las políticas pertinentes") ya se ha llevado a efecto en la Unión Europea aprobándose las estrategias Biodiversity and Farm to Fork, en las que se propone una reducción en el uso de pesticidas del 50 % y la restauración del 20 % de los ecosistemas terrestres antes de 2030, para paliar los problemas de biodiversidad relacionados con el cambio climático. 

Los autores obtienen, sin embargo, como conclusión fundamental que son las actividades antropogénicas las que marcan un mayor efecto sobre el descenso en la abundancia de poblaciones de carábidos y lepidópteros, mientras que el uso de pesticidas tiene un efecto menor en el declive generalizado de ambos grupos.  

En primer lugar, el uso de pesticidas es una actividad antropogénica, por lo que esta última categoría debería ser definida con mayor precisión o, mejor, cambiada por las diferentes actividades que la componen.  

En segundo lugar, es poco creíble que el uso de pesticidas, que incluyen a los insecticidas, tenga un nivel tan bajo de efecto sobre las poblaciones de estos organismos, especialmente las mariposas que, durante todo su ciclo, están muy expuestas a estas aplicaciones. Este hecho puede deberse a que se incluyan dentro de la categoría pesticidas también a herbicidas y/o fungicidas, con un efecto directo mucho menor sobre los insectos.  

Por todo ello, como indican algunos artículos relacionados en la bibliografía del artículo: es obvio que se necesitan estudios más detallados sobre las diferentes variables que controlan la supervivencia de los insectos en general, a diferentes escalas, con distintos taxones y localidades geográficas (Dornelas y Daskalova 2020), pero sin dejar de actuar sobre los factores más conocidos y directos que influyen sobre las poblaciones de insectos (Forister et al. 2019) y que ya están recogidos en la legislación europea: el mantenimiento de hábitats naturales donde los insectos puedan perpetuarse (Ley de restauración de la naturaleza de la UE) y la disminución de insecticidas liberados al medioambiente (estrategias de la Biodiversidad y de la Mesa al Tenedor de la UE). 

ES