Francisco Collazos
Jefe del área de Salud Mental de Adultos de Fundació Hospitalàries Barcelona, psiquiatra adjunto del servicio de psiquiatría Hospital Universitario Vall d'Hebron y profesor asociado del departamento de Psiquiatría y Medicina legal de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)
Se trata de un estudio riguroso y metodológicamente correcto, además de ser científicamente serio y estar publicado en una revista con impacto. Es también una mirada original. El estudio recoge las búsquedas en internet en un periodo que abarca del 2022 al 2025 y hay un pico clarísimo a raíz de la aparición de una serie de éxito donde una de las protagonistas hace un uso del lorazepam para nada ajeno a la realidad que tenemos en España.
El lorazepam es una benzodiacepina, un ansiolítico y, tristemente, nuestro país se encuentra a la cabeza de prescripción de este tipo de fármacos. Creo que ahí hay un mensaje de alerta a los prescriptores, que somos tanto psiquiatras como médicos de atención primaria, ya que quizás con demasiada ligereza tratamos de aliviar esa ansiedad que, por otra parte, es algo que la comunidad también reclama. La dificultad para tolerar la ansiedad y el estrés en occidente son elevadas y en nuestro entorno muchas veces se pautan este tipo de medicamentos. Hay que añadir que se trata de sustancias con un potencial adictivo, ya que generan tolerancia (para obtener el mismo resultado has de ir progresivamente incrementando las dosis) y dependencia puesto que su retirada puede generar abstinencia.
El perfil de uso de este fármaco suele ser un perfil de mediana edad, coincidiendo con la protagonista de la serie que lo consume, y que también además lo toma con alcohol, lo que hace todavía más dañino por el consumo combinado de estas sustancias, ambas depresoras del sistema nervioso central, y con mayor potencial de generar problemas a la larga. Como psiquiatra no me sorprende que se haya tomado este perfil de usuaria que es muy común en nuestra sociedad.
El estudio demuestra el eco y la fuerza que pueden tener los medios de comunicación, sobre todo estas series, donde ciertos personajes pueden servir de reflejo con los que identificarse o donde proyectar síntomas similares que lleven a buscar información. Eso es lo que señala el paper, no es otra cosa, no es un aumento del uso real.