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Gema Revuelta

Directora del Máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental, y del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la UPF Barcelona School of Management

Los principales resultados de este estudio nos dicen algo que ya sabemos desde hace décadas: que la sociedad sigue confiando en los científicos y, si miramos en concreto cómo se sitúa España, que seguimos  entre las primeras posiciones a escala mundial en esta cuestión. Sin embargo, aunque el resultado general de esta investigación no es novedoso, hay muchas razones por las que podemos afirmar que se trata de un estudio muy relevante del que se pueden derivar muchas reflexiones e incluso pensar en futuras políticas.

Uno. Se trata de la primera investigación a gran escala desde la pandemia. Y esto es fundamental, puesto que desde entonces a menudo se tiende a dar por cierto que la sociedad ha perdido la confianza en los científicos. En este sentido, esta investigación nos vuelve a confirmar que los científicos siguen siendo percibidos como personas en las que se confía.

Obviamente, la otra lectura de los resultados generales nos dice que, aun no siendo mayoritarios, hay grupos de personas que desconfían claramente en los científicos y eso es algo que nos debe preocupar. Actualmente, este hecho es más inquietante que nunca puesto que esos grupos son muy visibles en algunas redes sociales (por ejemplo, las nuevas prácticas de X favorecen a los negacionistas) y también cuando de estos grupos surgen figuras con gran poder de decisión política y empresarial. En este sentido, el estudio aporta información de gran interés para pensar en acciones políticas.

Dos. El estudio aporta una visión auténticamente global. En concreto, abarca 68 países de todos los continentes, cuando generalmente este tipo de encuestas se limitan a un país o a una región y en ellos suele estar infrarrepresentado el Sur Global. La visión global de la presente investigación aporta mucho conocimiento sobre algunas asunciones basadas en resultados de Estados Unidos, Europa o de otros países del Norte Global. Por ejemplo, los resultados respecto al efecto de la religiosidad en la percepción de confianza son muy interesantes, puesto que abarcar tantos países y culturas ha permitido más matices.

Tres. La investigación estudia el concepto “confianza” de manera profunda, explorando cuatro dimensiones de esta - competencia, benevolencia, integridad y transparencia percibidas – y no de forma superficial planteando una única dimensión, como muchos otros.

Cuatro. Se trata de una investigación prerregistrada, una práctica de ciencia abierta que añade transparencia al estudio.

Finalmente, es necesario aclarar que no es un estudio sobre la confianza en la ciencia (como erróneamente ha titulado la nota de prensa) sino sobre la confianza en los científicos. Este matiz no es una cuestión baladí, puesto que el campo de la psicología del comportamiento muestra que los procesos que nos llevan a adoptar actitudes y percepciones respecto a personas (en este caso, los científicos) no es el mismo, ni tiene las mismas consecuencias, que el que describe cómo percibimos objetos o conceptos (la ciencia). 

ES