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En el ámbito científico es fundamental llevar a cabo estudios exhaustivos que recopilen toda la información disponible sobre determinados temas. Esto es especialmente relevante en el campo de la nutrición, ya que los resultados de esta recopilación de información se utilizan con frecuencia para brindar recomendaciones dietéticas a la población. En este sentido, los metaanálisis como este desempeñan un papel clave, especialmente cuando recopilan información de ensayos clínicos aleatorizados y controlados, que proporcionan una base sólida de evidencia científica. 

Este estudio en particular se centra en la creciente cantidad de información científica disponible sobre la salud de las dietas basadas en plantas, ya sean vegetarianas o veganas. En él se analizan datos de 30 ensayos clínicos realizados a lo largo de más de 40 años. Como resultado, los autores demuestran que las dietas basadas en plantas reducen los niveles de colesterol total, colesterol-LDL y, lo más importante, apolipoproteína B en un 7 %, 10 % y 14 %, respectivamente. Esto aporta el mayor grado de evidencia científica posible. 

Por tanto, estos resultados respaldan el conocimiento existente sobre el tema. Sin embargo, es importante tener en cuenta que sus implicaciones en la actualidad son limitadas por varias razones. En primer lugar, se ha cuestionado el papel del colesterol plasmático y del colesterol-LDL en la enfermedad cardiovascular en los últimos años. Se ha demostrado que son las partículas LDL modificadas las que tienen la capacidad de contribuir al engrosamiento de las arterias y, por lo tanto, al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Una de las modificaciones más comunes es la oxidación. Lamentablemente, en el estudio no se valora el efecto de las dietas mencionadas en las concentraciones plasmáticas de LDL oxidadas. En segundo lugar, el estudio no distingue entre los dos tipos de apolipoproteína B (48 y 100), que están asociados tanto con el transporte de colesterol como con los triglicéridos, especialmente en el periodo postprandial, justo después de la ingesta de alimentos. Desde la década de 1990, algunos científicos han sugerido que la aterosclerosis, es decir, el engrosamiento anormal de las arterias es realmente una enfermedad que ocurre después de comer. En tercer lugar, no se encontraron diferencias en los niveles de triglicéridos en plasma, cuya contribución a esta enfermedad está adquiriendo cada vez más importancia. 

En resumen, este estudio consolida el conocimiento actual sobre el papel de las dietas basadas en plantas en el control de los lípidos en sangre. Sin embargo, no aporta grandes novedades en relación con lo que ya se sabe.

ES